Karlos Castilla es profesor de Derecho en la Universidad de Barcelona (UB). Llegó a España en septiembre de 2011 para hacer el doctorado. "Soy de México. Aunque llegué hace siete años, el tiempo que vives aquí como estudiante o investigador no cuenta como residencia", cuenta a Crónica Global. Tras aprobar las oposiciones, comenzó a trabajar en la facultad. "Fue entonces cuando pude iniciar los trámites para obtener la nacionalidad que, con suerte puede tardar entre uno y dos años", explica. Como todavía no se la han concedido, no podrá votar en las elecciones municipales del próximo 26 de mayo. Su situación no es excepcional, al igual que él, muchos otros ciudadanos, incluso habiendo nacido en nuestro país, no podrán ejercer este derecho. De hecho, en algunos barrios y municipios de Cataluña, hasta un 50% de sus vecinos no podrán hacerlo.
Se trata de residentes o nacidos en el territorio pero sin la nacionalidad española, que cumplen con sus obligaciones, pero no pueden disfrutar de todos sus derechos, entre ellos, el de escoger a sus gobernantes. El 60% de las más de 869.000 personas de nacionalidad extranjera que están registradas en Cataluña quedarán excluidas del proceso electoral. Motivo por el que entidades como Sos Racisme se han unido a la campaña Vot per tothom que, bajo el lema "fraude democrático", denuncia esta situación.
“Ciudadano de segunda”
¿Qué supone no poder votar? “Que te hagan sentir como un ciudadano de segunda. Vives aquí, tienes que cumplir con todas las obligaciones pero no tienes todos los derechos", lamenta este profesor. “Tienes que sustentar y pagar el sueldo a los que ejercen las funciones públicas, porque pagas impuestos, pero no les puedes elegir”, critica.
Residentes en Cataluña defienden su derecho a voto / @fundaciobayt
"Si quisiera, tampoco podría ser candidato”, explica. Los ciudadanos que residen aquí pero no tienen la nacionalidad no pueden ejercer sufragio activo ni pasivo. ¿Por qué? “México no tiene un acuerdo de reciprocidad con España, por eso tampoco puedo votar”, relata, y recuerda que otros, pese a haber nacido aquí, tampoco pueden, y pone como ejemplo a dos de sus alumnos.
Padrón municipal
¿Cómo se puede solventar esta situación? “Lo primero sería posibilitar este trámite a nivel municipal, si a nivel estatal es más complicado”, propone Castilla. ¿Cómo? “Haciendo que estar empadronado en una población ya signifique ser ciudadano del lugar, y poder participar en el proceso electoral".
Este mexicano que reside en Cataluña desde hace siete años propone que "el Parlament de Cataluña primero, y después, las Administraciones locales, ejerzan su competencia para autorizar la participación política de los ciudadanos, porque al final es lo que somos”, reivindica. ¿Por qué a nivel nacional es más complejo? "Quizá yo no conozca al detalle lo que sucede en otras regiones de España”, admite, “pero el primer paso es que como ciudadano de un determinado Ayuntamiento o municipio pueda votar allí”, sostiene.
Vecinos excluidos
En la ciudad Barcelona, más de un 16% del total de la población --más de 262.000 personas extranjeras-- quedará excluida del derecho al sufragio pasivo. En Badalona, cerca de 20.000 ciudadanos no podrán escoger a sus gobernantes el próximo 26 de mayo, y más de un 33% de la población de Salt, así como el 26% de los que residen en Figueres.
La campaña que denuncia la exclusión de un gran número de vecinos del proceso electoral no es nueva. "Llevamos reclamando ejercer este derecho desde hace tiempo", explica el profesor de la UB, consciente de que por mucho ruido que hagan, no podrán participar en los próximos comicios, "ya no dará tiempo", asume, aunque no se desanima: "Seguiremos intentándolo".