"Me he visto obligada a dormir en el extremo opuesto del piso". Esta es la declaración de Vicenta, una señora que vive en el barrio del Guinardó de Barcelona y que sufre las consecuencias del nuevo bus lanzadera que une la plaza Alfons X y el Parc Güell.
Los vecinos de este barrio están acostumbrados a ver sus calles llenas de turistas, atraídos por una de las joyas arquitectónicas creadas por Gaudí. Pero no están dispuestos a dejar que las decisiones de Ada Colau para con el turismo influyan de forma negativa en sus vidas, como aseguran que ocurre con este servicio de movilidad urbana.
Más ruido y contaminación
Las principales causas de queja de los residentes en las zonas colindantes del Parc Güell son el ruido y la contaminación, según ha declarado el presidente de la Asociación de Vecinos del Baix Guinardó, Enric Buscarons, a Metrópoli Abierta. Este autobús --pensado sobre todo para agilizar la llegada de visitantes al parque-- funciona en estos momentos entre las 7.45 y las 20.45 horas con una frecuencia de siete minutos, lo que da un total de unos 111 autobuses al día. Cuando sea temporada alta este número se incrementará, ya que el servicio se estira una hora más.
El autobús pasa por la calle Praga, la avenida Mare de Déu de Montserrat, la plaza Sanllehy, la calle Ramiro de Maeztu y la carretera del Carmel. Los vecinos de estas vías, como por ejemplo Vicenta, aseguran que es "excesivo" que el servicio esté disponible durante 13 horas seguidas y apuntan que, durante ciertas horas, los vehículos pasan vacíos.
Frimas y manifestaciones en contra
Desde verano del pasado año tenían conocimiento de que el Ayuntamiento de Barcelona planificaba incorporar esta lanzadera al servicio del transporte de la ciudad y desde un inicio se han posicionado en contra. Buscarons ha declarado que se han recogido firmas y han mantenido conversaciones con el equipo consistorial pero, hasta el momento, no han llegado a una solución efectiva.
Esta es la causa principal por la que los barceloneses residentes en Guinardó decidieron manifestarse varias veces durante abril. "Queremos un barrio tranquilo", "Caminar 15 minutos es sano" --en referencia a lo que se tarda en llegar al Parc Güell a pie-- y "Stop ruidos y contaminación" fueron algunas de las proclamas que podían leerse y escucharse en las movilizaciones y que volverán a ser visibles el próximo 12 de mayo, ya que los vecinos pretenden echarse de nuevo a las calles.