Xavier fue víctima de un ataque en una cafetería de Barcelona a la que solía ir a desayunar cuando trabajaba como profesor en la Universitat de Barcelona. Lo que empezó siendo una discusión airada terminó con una agresión física por parte de un hombre de unos 40 años y su hijo contra Xavier, nombre que este medio usa para mantener su anonimato.
El profesor universitario, ahora jubilado, denunció los hechos ante la justicia, pero se encontró con la desagradable situación de que sus derechos lingüísticos no fueron respetados por el juez. El magistrado en cuestión, el señor Sergio Escalona, estaba en funciones de sustitución en el Juzgado de Instrucción número 15 de Barcelona y presionó a Xavier para que declarase en castellano, negándose a facilitarle un intérprete.
El profesor, no obstante, se mantuvo en su posición de poder declarar en su idioma materno, pero el juez Escalona insistió en que no estaba obligado a entender el catalán ni a habilitar ningún intérprete para solventar la situación. Antes de tomar una decisión, el compareciente quiso asegurarse de que el juicio podía celebrarse otro día usando su lengua, pero mientras formulaba la petición el juez lo interrumpió diciéndole que no le entendía, lo que él contestó: "Se lo diré en castellano or in english if you prefer (en inglés si prefiere)".
Meses después de esta vista oral, el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña (TSJC) ha resuelto que el juez incurrió en una infracción leve por trato desconsiderado y desatención con el compareciente.
Suspensión del juicio
Albert Pons, el abogado de Xavier, fue quien realizó la petición de suspensión del juicio alegando que su cliente tenía el derecho constitucional de expresarse ante los poderes del Estado en Cataluña en cualquiera de las dos lenguas oficiales y que el juez no estaba respetando este derecho.
Como se observa en el vídeo, Pons logró que se suspendiera el proceso judicial ante la falta de previsión legal con el caso planteado y se dirigió a la comisión de relaciones con la administración de justicia del Ilustre Colegio de Abogados de Barcelona para notificarle la incidencia. Dicha comisión informó a la sala de gobierno del TSJC que incoó el procedimiento disciplinario contra el magistrado.
La resolución del TSJC, emitida este 26 de marzo y a la que ha tenido acceso Crónica Global, es una sanción leve de advertencia que se anota en la hoja de servicios del magistrado en el Consejo General del Poder Judicial (CGJP). “El caso es insólito. Nunca antes me había pasado como abogado que un juez no respetara los derechos lingüísticos de un cliente”, sostiene Pons a instancias de este medio. La resolución del TSJC, añade, sirve para “dejar claro que el juez debe habilitar los mecanismos necesarios para que el ciudadano pueda utilizar el catalán o el idioma oficial que escoja”.
Finalmente el juicio se pudo volver a celebrar y Xavier pudo declarar en catalán. Obtuvo una sentencia favorable y sus agresores fueron multados.