El paro continúa siendo uno de los principales problemas de los trabajadores españoles. Las últimas cifras de la Encuesta de Población Activa (EPA), correspondientes al primer trimestre de 2019, revelan que 3.354.200 personas se encuentran en esta situación, lo cual sitúa la tasa de desempleo en un 14,7%. Unos registros algo superiores a los de Cataluña, donde se alcanza el 11,6% con un total de 466.600 afectados.

Los datos de la EPA revelan las características del mercado laboral en nuestro país, como por ejemplo su tasa de temporalidad (del 20,8% en Cataluña) y parcialidad (14,3%). La desprotección es otra de las más llamativas, pues el porcentaje de población desocupada que no recibe prestaciones alcanza, en el caso catalán, el 70,15%, según señala el sindicato UGT. En esta Comunidad Autónoma, unos 98.900 hogares no tienen a nadie percibiendo ingresos; otros 136.600 cuentan con todos sus activos en situación de desocupación; y en 242.500, todos sus trabajadores asalariados tienen contratos temporales.

El Informe sobre la evolución de la pobreza laboral elaborado el mes pasado por CCOO apuntaba que las prestaciones asistenciales han ganado protagonismo en detrimento de las contributivas en los últimos años. Una tendencia que el sindicato atribuye a la precariedad del mercado laboral, la corta duración de muchos contratos, que impiden generar derecho a la prestación de paro, y a su agotamiento en los casos de los parados de larga duración. Según sus cifras, un 65% de la población desempleada, que ha trabajado previamente, no recibe subsidios ni prestaciones por paro.

Una de las ventanas en las que se tramitan las prestaciones por desempleo en las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo / EFE

Una de las ventanas en las que se tramitan las prestaciones por desempleo en las oficinas de los Servicios Públicos de Empleo / EFE

La ayuda familiar, clave

Estas cifras coinciden con las de otra encuesta realizada por Adecco Infoempleo, y hecha pública esta semana, a 4.728 desempleados españoles: el 67,5% de ellos asegura que no recibe ayudas públicas, por sólo un 32,5% que sí cuentan con ellas o algún tipo de subsidio.

En el primer caso, la principal fuente de ingresos es el respaldo económico de familiares y amigos (un 61%), mientras que el 20,6% dispone de ahorros para salir adelante. Un 8% hacen trabajos sin declarar, el 4,9% percibe otro tipo de prestaciones o pensiones, un 2,5% recurre a la beneficiencia y el 2,3% dispone de rentas patrimoniales.

Ganas de trabajar

Y ello, a pesar de la elevada predisposición a incorporarse al mercado de trabajo, ya que, según este mismo informe, siete de cada diez parados aceptarían un empleo por el mismo salario y duración a la prestación por desempleo que reciben. Tan sólo tres de cada diez se lo pensaría, y sólo un 3,6% lo rechazaría.

“Esto rompe el prejuicio de que las personas en paro no quieren trabajar. Eso es algo que no se corresponde con la realidad”, señala Francesc Bellera, secretario de Trabajo y Economía de CCOO de Cataluña.

Datos del Informe Infoempleo Adecco, oferta y demanda de empleo en España

Datos del Informe Infoempleo Adecco, oferta y demanda de empleo en España

Esta proporción del 70% es casi idéntica a la del volumen de desempleados que aseguran no haber rechazado nunca una oferta de empleo, si bien un 57,7% dice que lo haría si el salario fuera insuficiente. Para cuatro de cada diez, el tipo de contrato influiría en su decisión. El 94,3% busca empleo de forma activa.

Precariedad

En este sentido, cabe señalar que a tres de cada diez parados se les ha ofrecido alguna vez trabajar sin dar de alta en la Seguridad Social. El 36,5% de ellos acabó aceptando el empleo, frente al 63,5% que lo rechazó.

“El problema son los sueldos de miseria que hay hoy en día. Cuando ya no queda el subsidio, la gente a veces acepta cosas que no están dentro de la ley”, apunta Núria Gilgado, secretaria de política sindical de UGT Cataluña. “Es la gran problemática de nuestro mercado de trabajo: la precariedad y la economía sumergida, los falsos autónomos, la gente sin contrato, o contratada por horas que acaba trabajando el doble... Hay muchos incumplimientos, y la inspección de trabajo no tiene medios suficientes para frenarlos”, añade.

Edad y elevada competencia

Por lo que respecta a la dificultad para encontrar empleo, más de la mitad de los parados lo atribuyen a la edad (un 51,4%), la elevada competencia (32,2%), la falta de experiencia (26,7%) y de contactos (19,9%), principalmente.

A este respecto, Bellera destaca la dificultad que padecen los mayores de 45 años, y el riesgo que entraña el paro de larga duración. Según destaca UGT, en Cataluña, uno de cada cuatro desempleados llevan más de dos años sin trabajo. Y los que superan el año alcanzan el 42,5%.

“Este fenómeno tiene que ver con la gestión del sistema público de ocupación. Debería tener más recursos económicos para hacer más políticas activas de empleo. Se tiene que casar la oferta con la demanda”, apunta Núria Gilgado.

Un grupo de parados hace fila delante de una oficina de los Servicios Públicos de Empleo de España / EFE

Un grupo de parados hace fila delante de una oficina de los Servicios Públicos de Empleo de España / EFE

Importancia de la formación

Según la encuesta de Infoempleo, otro de los problemas es que el 21,9% de los parados asegura que nunca o casi nunca encuentra ofertas que se ajusten a su perfil, y apenas la mitad afirma que lo consigue a veces. Sólo el 27,3% reconoce encontrar con frecuencia ofertas que sí se adaptan a sus habilidades.

Para Bellera, una de las causas de este fenómeno es la “obsolescencia” de algunas profesiones, por lo cual considera fundamental tener al alcance formación continua.

En este punto, los desempleados son conscientes de que formarse es básico a la hora de encontrar empleo. El 86,5% de ellos considera que ampliando sus estudios o su formación tendrá más posibilidades de encontrar trabajo. Por ello, la mayoría ha realizado algún tipo de formación durante el tiempo que lleva en paro: el 47,4%, gratuita, y un 19,9%, de pago.