El método Rezum, nuevo en España, podría ser una solución alternativa para la hiperplasia benigna prostática (HBP), una dolencia cada vez más común entre los varones de más de 50 años. El equipo de urología del Hospital Quirónsalud, ha sido el primero en emplearlo durante el pasado mes de enero, avalando los resultados obtenidos en otros países.
La técnica consiste en la inyección de vapor de agua en la próstata, provocando la necrosis del tejido (muerte celular). El propio cuerpo eliminará el tejido intervenido, solventando los problemas ocasionados por el crecimiento de la próstata en el paciente. El tratamiento para la hiperplasia benigna prostática cuenta con la aprobación de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA) estadounidense y en total han sido tratados más 35.000 pacientes en el mundo.
Ventajas del tratamiento
Según los expertos, una de las ventajas más importantes de esta técnica mínimamente invasiva es el corto tiempo quirúrgico, ya que solo son necesarios entre tres a siete minutos para realizarse y el bajo índice de complicaciones. Tras la intervención, el paciente puede volver a casa, usualmente el mismo día, pero tendrá que llevar una sonda durante los tres a cuatro días que dura la recuperación. "Esto es debido a que se produce una inflamación que puede obstruir el flujo de la orina. Pero es un pequeño peaje que hay que pagar por esta técnica, que no supone tampoco un inconveniente mayor", explica el Dr. Enrique Rijo. La mejoría clínica se experimenta a las dos semanas de haber realizado el tratamiento y los resultados definitivos se pueden ver a los 30-90 días del procedimiento.
El procedimiento consigue preservar la eyaculación anterógrada hasta un 97% de los casos, debido a que es menos radical que otras técnicas anteriormente utilizadas. "Es una técnica que también tiene sus limitaciones. Solo puede aplicarse en pacientes con próstatas que no superen los 90-100 gramos, sin embargo los mejores resultados se obtienen en las próstatas medianas o pequeñas. Y aquellos que toman anticoagulantes tampoco podrían ser tratados con ella sin la suspensión previa del tratamiento", asegura el doctor.
Según un reciente estudio de la revista científica Urology, solo el 4,4% de los pacientes tiene que someterse a un retratamiento durante los cuatro años que dura el seguimiento. Al ser una técnica menos invasiva, también puede que pasado un tiempo sea necesario repetir la intervención. "La próstata puede volver a crecer, pero con una correcta indicación de la técnica, hasta pasados diez años como mínimo es probable que no sea necesario intervenir nuevamente. Sin embargo, es mucho más molesto el estar con un tratamiento farmacológico que hay que tomar diariamente y que puede tener efectos secundarios que el paciente no está dispuesto a asumir. En estos casos, antes de un procedimiento mucho más radical es interesante disponer de opciones más conservadoras como es el caso del Rezum" apunta el especialista.
Cada vez más común
La hiperplasia prostática benigna es un trastorno asociado con la edad y cada vez más común entre los hombres con edades comprendidas entre los 50 y los 60 años. En los varones que superan los 80 años esta dolencia asciende hasta el 90%, por lo que se espera un aumento significativo de diagnósticos debido al envejecimiento de la población.
En los últimos años se ha avanzado en el desarrollo de nuevas técnicas para el tratamiento de la hiperplasia benigna de próstata. Antes se aplicaban tratamientos como la cirugía abierta o la resección transuretral (RTU) de la próstata, que podrían tener efectos secundarios como la incontinencia urinaria, sangrado que requiera transfusión o la disfunción eréctil y la eyaculación retrógrada. Técnicas menos invasivas como la vaporización o enucleación de próstata con láser aportan muchos beneficios en comparación con las cirugías clásicas (abierta o RTU), en particular la enculeación con la cual se obtienen excelentes resultados funcionales a largo plazo, sin embargo estás técnicas pueden producir eyaculación retrógrada en un elevado número de casos (entre el 60-90%). "El Aquablation (hidroablación robótica de la próstata) y el Rezum (terapia con vapor de agua) se distinguen de otras alternativas en que son capaces de preservar la eyaculación, algo que muchos pacientes consideran importante. Se trata de dos técnicas complementarias la una con la otra y por tanto con perfiles de pacientes diferentes", concluye el Dr. Rijo.
Síntomas previos
Esta enfermedad no supone un riesgo para la salud de los pacientes, pero incide de forma significativa en la calidad de vida. El agrandamiento de esta glándula provoca que la uretra se comprima y puede llegar a bloquear el flujo de la orina.
Estos son algunos de los primeros síntomas que aparecen y que debes comentar con tu médico cuando acudas a la revisión periódica:
- Dolores, molestias o urgencia por ir al lavabo.
- Disminución del chorro de la orina.
- Dificultad para comenzar a orinar.
- Sensación de no vaciar por completo la vejiga
- Aumento de la micción, especialmente por la noche.
- Incontinencia urinaria.
Una detección a tiempo puede evitar futuras infecciones en el tracto urinario, derivadas del crecimiento bacteriano al no vaciar bien la vejiga, cambios funcionales de la vejiga y riñones, disfunción sexual eréctil y disminución de la calidad de vida por todos los síntomas que puede producir esta patología.