Preparar una parrila en el campo puede salir muy caro. Eso es lo que deben pensar dos estudiantes italianos que acaban de ser multados con 27 millones de euros tras ser considerados responsables de un enorme incendio desatado el pasado 30 de diciembre en la provincia de Como, al norte del país.
Los dos jóvenes, de 22 años, decidieron realizar una barbacoa al aire libre junto a la casa del abuelo de uno de ellos, pero algo salió mal. Las brasas prendieron unos matorrales cercanos y el fuego se extendió con rapidez y de forma descontrolada. Los bomberos tardaron dos semanas en sofocarlo. Al final, las llamas arrasaron unas 1.000 hectáreas de bosque.
¿Multa exagerada o ejemplar?
La elevada multa ha generado un gran revuelo en Italia. El montante total de la indemnización que se exige a los jóvenes se ha calculado en base a una normativa que tiene como referencia el área afectada. En concreto, fija una sanción de entre 118 y 593 euros por cada metro cuadrado.
Los abogados defensores de los estudiantes alegan que no tiene sentido establecer una multa a la que no podrán hacer frente. En cambio, la fiscalía defiende la sanción por considerar que es “una medida necesaria para mostrar a la gente que se debe tener mayor responsabilidad con el cuidado ambiental”.
“Somos chivos expiatorios”
Uno de los estudiantes ha declarado públicamente que “sentía profundamente” lo ocurrido, aunque argumentó que el siniestro tuvo múltiples causas. “Somos los chivos expiatorios del fuego que no tiene explicación. Somos las víctimas reales de esta historia”, ha señalado. En ese sentido, cabe destacar que los investigadores admitieron que las condiciones de extrema sequía en la zona ayudaron a que el incendio adquiriera una mayor intensidad.
En todo caso, los estudiantes tienen tres semanas para recurrir ante los tribunales la multimillonaria sanción administrativa.