La catedral de Notre Dame de París ha sufrido este lunes un demoledor incendio que la ha dejado devastada, aunque su estructura pudo salvarse in extremis a última hora de la noche. Los Bomberos de la capital francesa lograron evitar el derrumbe de la mayor parte del templo, si bien su techo y su aguja central, así como el interior del atrio, quedaron destruidos.
Los temores de que el edificio quedara destruido estuvieron muy presentes durante varias horas, hasta el punto de que el ministro de Interior de Francia, Christophe Castane, llegó a reconocer que "no era seguro" que "pudiera salvarse".
Unos 400 bomberos continuaron trabajando durante la noche intentando apagar el fuego, que hasta casi la medianoche estuvo fuera de control. Su origen, en principio accidental, se baraja que estuvo en unas obras de mantenimiento que se llevaban a cabo en la parte superior de la catedral.
Peligro de hundimiento
Las llamas empezaron a propagarse en la parte superior del templo hacia las 18:50 h de la tarde, y destruyeron rápidamente el techo y la torre conocida como "la aguja", que se derrumbó.
Ya por la noche, el jefe de los efectivos antiincendios indicaba que sus esfuerzos se centraban en conservar la torre Norte, en serio peligro de hundirse. La afectación de la fachada principal y sus dos torres fue menor. Finalmente, los bomberos y las autoridades dieron por salvada la estructura.
El secretario de Estado del Interior francés, Laurent Nuñez, informó de que el incendio no causó muertos ni heridos, aunque según otras fuentes un bombero habría resultado herido grave. Los daños materiales serán muy cuantiosos. La zona ha sido acordonada para impedir el acceso a los peatones. La enorme y densa columna de humo que se ha originado se atisba desde unos 10 kilómetros de distancia.
"Todo está ardiendo"
El templo estaba estos días lleno de andamios en su parte superior a causa de las obras. Entre las prioridades en las tareas de extinción se encuentra también extraer las obras de arte que se hallan en su interior y proteger los edificios colindantes. "Todo está ardiendo. No quedará nada de la carpintería interior del edificio, de los siglos XIII y XIX", lamentaba por la tarde el portavoz de Notre Dame, André Finot.
La catedral de Notre Dame es uno de los edificios más emblemáticos de la capital francesa y el monumento histórico más visitado del mundo, con unos 13 millones de personas el pasado año. Su construcción se inició en 1163 y terminó en 1343.
"Terrible"
La noticia ha causado consternación a escala mundial. La alcaldesa de la ciudad, Anne Hidalgo, ha calificado de "terrible" lo ocurrido, y ha instado a todos los ciudadanos que se encuentran en las proximidades a respetar el perímetro de seguridad efectuado por las autoridades policiales.
El presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, ha sido uno de los numerosos dirigentes que han expresado su pesar.