La Edad Media es una de las épocas más atractivas debido a su riqueza cultural que todavía hoy perdura en el tiempo. Aunque las cotas de malla, las armaduras y las espadas suelen ser lo que más recuerda la gente, sus obras arquitectónicas, con las iglesias como principales construcciones, son el vínculo directo entre el presente y el pasado. Hay ciertos rincones del mundo que todavía parecen estar congelados en aquel periodo, siendo un reclamo turístico de gran importancia. Uno de estos espacios dentro de España se encuentra en La Seu d'Urgell, un municipio de Lleida que se ubica en la comarca del Alto Urgel.
En el propio lugar saben de la importancia de su patrimonio, pues es una ciudad que se construyó hace más de quince siglos. Es por ello que se pueden encontrar distintas rutas con las que visitar los puntos más interesantes, aunque también hay espacio para los cambios más recientes que ha vivido el municipio, como la expansión que se produjo a finales del siglo XIX. Actualmente son poco más de 12.000 habitantes los que viven allí, pero siempre hay sitio para los turistas que quieran echar un vistazo al pasado.
La Catedral de Santa María
De todos los atractivos que ofrece La Seu d'Urgell, la Catedral de Santa María es, probablemente, el edificio más interesante desde el punto de vista histórico. Fue construida en el año 1.100, siendo la única catedral íntegramente románica de toda Cataluña, así como una pieza única y de gran estudio dentro del románico catalán. El templo fue construido como sustituto de una iglesia episcopal que coronaba la cima de una colina, pero que fue destruida por los sarracenos cerca del año 800.
La Catedral de Santa María en La Seu d'Urgell / JORDI DOMÉNECH - WKIMEDIA COMMONS
La catedral es un edificio construido con planta basilical, que cuenta con las tres naves características con una bóveda de cañón en la central y bóvedas de arista en las laterales. El crucero es muy interesante, ya que termina en los dos laterales con dos enormes torres de forma cuadrada. Se cuentan cinco ábsides en la parte de la cabecera. Además, por dentro posee algunas piezas como la talla policromada de la Virgen de Urgell, patrona del municipio, que se pueden ver entrando en la catedral. Sin embargo, si se quiere profundizar más en la escultura y la pintura religiosas de la zona, lo mejor es visitar el Museo Diocesano de Urgell, en la misma sala capitular de la catedral.
Una visita idílica
Aunque la Catedral de Santa María cope todas las miradas en una visita a La Seu d'Urgell, hay suficiente oferta cultural como para pasar uno o varios días de escapada. La iglesia de Sant Miquel, situada al lado de la misma catedral, suele ser el siguiente punto de las visitas, continuando por el palacio episcopal. La expansión que ha ido acompañando a La Seu d'Urgell con el paso de los años ha hecho que la ciudad vaya integrando poco a poco elementos antiguos dentro de las construcciones, pero sin necesidad de destruirlo. Es el caso del Portal d'Andorra, una de las pocas partes que se conservan de la antigua murallas y que sirve como acceso a la Plaza de la Catedral.
Iglesia de Sant Miguel en La Seu d'Urgell / WIKIMEDIA COMMONS
Prácticamente todo el escenario medieval se aglutina alrededor de la Catedral de Santa María, pero se pueden encontrar un poco más apartados la Iglesia de Sant Agustí, que se construyó como residencia de los frailes agustinos que trabajaban en un hospital de leprosos a las afueras, o el Molino de Soldevila, un vestigio de los antiguos molinos de harina que todavía hoy se puede ver funcionar (aunque no sea el original) con agua del río. Otro punto de referencia es el Museo de la ciudad, dentro del mismo casco histórico y que sirve como oficina de turismo para todos los interesados en pasar unos días en La Seu d'Urgell.