Las familias de la Escuela Entença se han encerrado este jueves de forma indefinida en el Ayuntamiento de Barcelona con el objetivo de ser recibidos por la alcaldesa Ada Colau. Los concentrados pretenden que Colau se comprometa a que el centro tenga una ubicación definitiva antes de que acabe el mandato, un objetivo por el que llevan años luchando.
La acción se produce después de dos años y medio de negociaciones de las familias con el Ayuntamiento y el Consorcio de Educación Barcelona, sin que el gobierno de Colau haya encontrado ninguna solución para la ubicación definitiva del centro, según denuncia la asociación de familias en un comunicado. “Nos encontramos en el peor momento de toda nuestra historia de lucha por una ubicación definitiva: sin ninguna propuesta real sobre la mesa ni voluntad por parte del gobierno municipal de Ada Colau de encontrar una solución en el problema que ellos mismos crearon. No queremos más palabras, queremos hechos”, ha denunciado Mariona Puigdellívol, presidenta de la Asociación de Familias.
Ondas electromagnéticas
Cabe destacar que la actual ubicación provisional del colegio está bajo el área de influencia de unas ondas electromagnéticas emitidas por una subestación eléctrica situada al lado de los barracones del centro. La Agència de Salut Pública de Barcelona ha dado la razón a las familias y se ha mostrado contraria a que el centro se ubique en este emplazamiento. No obstante, el mismo organismo afirma que es viable que puedan estar allá de forma provisional, algo que las familias consideran "contradictorio".
“Es una contradicción en sí misma. Si hoy tuviéramos una ubicación definitiva los niños tendrían que pasar, como mínimo, cuatro cursos más en el actual emplazamiento. Esto significa que un niño de la primera promoción de la escuela habrá pasado 7 de los 9 años que dura su escolarización de infantil y primaria bajo los efectos de las olas electromagnéticas... ¿Es esto provisional?”, ha lamentado Puigdellívol.
El ayuntamiento ha propuesto hasta cuatro ubicaciones alternativas, aunque ninguna de ellas se ha llegado a plantear de forma definitiva. Así, de momento, la administración les ha comunicado que seguirán en el recinto actual hasta el 2022. Una situación que las familias no piensan aceptar. Por ello, han decidido pasar a la acción y encerrarse en el ayuntamiento hasta que el gobierno de Colau atienda a sus demandas.