Cada año se diagnostican cerca de 28.000 casos de cáncer de mama en España, según datos de la Sociedad Española de Oncología Médica, de los cuales, cerca de 4.600 se dan en Cataluña. De todos ellos, entre un 15% y un 20% son del tipo HER2 positivo, que se caracteriza ser más agresivo.
La presencia de un determinado tipo de linfocito es esencial para el éxito de los tratamientos antitumorales en pacientes de este cáncer, según ha demostrado un estudio liderado por investigadores del Hospital del Mar y del Instituto Hospital del Mar de Investigaciones Médicas (IMIM). Por primera vez, este informe verifica el papel de estas células del sistema inmunitario en la respuesta al tratamiento. En concreto, las pacientes con HER2 positivo tienen más opciones de recuperarse si los tumores presentan niveles altos de las llamadas células asesinas naturales, en inglés Natural Killer cells (NK), que son un tipo concreto de linfocito.
La importancia de las células NK en un tumor
La relación entre linfocitos NK y respuesta al tratamiento indica la posible participación del sistema inmunitario en la acción antitumoral de estos medicamentos, pues el anticuerpo monoclonal hace de puente entre la célula tumoral HER2 positiva y la célula NK, que, a través de esta unión, perfora las células tumorales e introduce material citotóxico que las destruye.
Persona recibiendo tratamiento contra el cáncer / UNSPLASH
Este descubrimiento indica nuevas formas de reforzar la capacidad de los tratamientos antitumorales que ya existen y de los que aún se encuentran en fase de ensayo para acabar con los tumores. Además, abre la puerta a estudiar la posibilidad de realizar un trasplante de células NK de pacientes sanos a pacientes con cáncer o realizar terapia celular con estos linfocitos para obtener una mejor respuesta. Desde el punto de vista inmunológico, este estudio anima a seguir invirtiendo esfuerzos para buscar estrategias que hagan llegar más células NK al tumor y potencien su actividad con el objetivo de incrementar la eficacia de los tratamientos con anticuerpos anti-HER2, apuntan los responsables del estudio.