El Ayuntamiento de Barcelona tiene previsto acabar en primavera un censo de edificios con amianto en la ciudad, con elementos como las cubiertas de fibrocemento, entre otros.
La teniente de alcalde de Ecología, Urbanismo y Movilidad de Barcelona, Janet Sanz, ha explicado este viernes en el pleno municipal que trabajarán un plan de actuación coordinado con la Generalitat para definir los edificios prioritarios --empezando por los públicos-- en los que llevar a cabo actuaciones de retirada de estos materiales potencialmente peligrosos para la salud.
El caso del Metro
Sanz lo ha asegurado al debatir en el pleno una propuesta promovida por la CUP, aprobada con el apoyo de todos los grupos municipales, para crear una comisión interdisciplinaria sobre el amianto para constituir una oficina técnica con personal municipal especializado para localizar amianto en instalaciones de pública concurrencia, incluido el Metro.
Sanz ha asegurado que Transports Metropolitans de Barcelona (TMB) ha reforzado los procesos de detección y eliminación del amianto en la red de Metro --sus trabajadores harán huelga durante el Mobile World Congress (MWC) por este motivo--, y que ha acelerado la compra de trenes para sustituir los afectados.
La concejal ha garantizado que se están monitorizando mediciones ambientales y que se ha demostrado que no existe ningún riesgo ni para trabajadores ni para los usuarios del Metro. Y ha destacado que también han promovido la retirada de amianto en el espacio público, como en el Parc del Guinardó, y en edificios privados, con ayudas a la rehabilitación.
Peligro para la salud
Tal y como informó Crónica Global, materiales como el fibrocemento con amianto siguen estando muy presentes a día de hoy en la ciudad, por ejemplo en áreas como el Turó de la Rovira, con los riesgos para la salud que ello supone. En este caso, se trata de restos procedentes de las antiguas barracas desperdigados por la montaña. Un problema que las intervenciones municipales, y los planes de revisión trimestrales previstos por el Ayuntamiento, no han conseguido erradicar.
La inhalación de fibras de amianto puede provocar enfermedades como el cáncer de pleura, pulmón, esófago o laringe, u otras como la asbestosis, tal y como advierten los médicos y la Guía del Amianto de la Asociación de Víctimas y Afectados por el Amianto de Cataluña (AVAAC).