El Vaticano ha acogido hoy una cumbre sobre pederastia que ha congregado a 190 personas del mundo eclesiástico entre presidentes de conferencias episcopales, superiores religiosos y otros expertos.
El encuentro ha empezado con la proyección de un contundente vídeo cuyo contenido giraba en torno a varios testimonios que habían sufrido abusos sexuales por parte de miembros de la Iglesia. Los casos que aparecían en el contenido audiovisual contaban sus experiencias y demandaban el cese de la política del ocultamiento de este tipo de situaciones.
"Que se vayan de la Iglesia"
"Los que quieran seguir encubriendo, que se vayan de la Iglesia”, ha espetado uno de los protagonistas del vídeo donde también ha pedido a los presentes el respeto y la reparación de las víctimas. “Ustedes, son los doctores de las almas y, sin embargo, con excepciones, se han convertido en algunos casos, en los asesinos de los almas, en los asesinos de la fe. Qué contradicción más espantosa. Yo me pregunto qué estará pensando Jesús, qué estará pensando María, cuando ve a sus propios pastores, ser los que traicionan a las ovejas. Yo les pido por favor, que colaboren con la justicia, que tengan especial cuidado con las víctimas", ha reflexionado una de los damnificados, cuya identidad no ha sido revelada por respeto a su intimidad.
En esa misma línea, ha indicado que ya no tienen cabida los “perdones falsos” o los “perdones obligados” y ha valorado que si aún salen más casos es porque no se tratan como es debido.
Abusada durante trece años
El segundo testimonio recayó sobre una mujer que ha revelado que tuvo relaciones sexuales con un miembro del clero siendo menor, desde los 15 años. "Esto duró trece años seguidos. Estuve embarazada tres veces, él me hizo abortar tres veces. Simplemente porque él no quería un preservativo ni un método anticonceptivo”, ha contado.
A los participantes de la cumbre les ha pedido que obren “con responsabilidad, como personas sensatas". "Y hay que decir que los sacerdotes, los religiosos, tienen los medios para ayudar y también tienen los medios para destruir", ha mantenido.
Un sacerdote víctima de abusos
El tercer caso presentado es el de un sacerdote de 53 años cuya adolescencia estuvo marcada por el abuso sexual por un religioso. La víctima lo denunció ante sus superiores pero no le prestaron ni ayuda, ni atención. "Me siento mal, porque ni ese sacerdote ni el obispo respondieron a mi carta, y ya han pasado ocho años y tampoco él ha respondido", ha sostenido.
De igual manera, ha instado a los obispos presentas a escuchar a las víctimas. “Yo quería que alguien me escuchara, que se supiera quién es ese hombre, ese sacerdote y lo que hace. Perdono de todo corazón a ese sacerdote y al obispo. Doy gracias a Dios por la Iglesia, estoy agradecido de estar en la Iglesia. Tengo muchos amigos sacerdotes que me han ayudado", ha dicho el testimonio.
Acabar con el encubrimiento
Siguiendo esa misma línea se ha expresado el último caso del vídeo, que ha advertido que depende de la institución eclesiástica acabar con la cultura del silencio y el encubrimiento.
“Si queremos salvar a la Iglesia, los perpetradores deben ser castigados. Pediré a los obispos que sean claros en esta materia, porque esta es una de las bombas de tiempo que están ocurriendo en la Iglesia de Asia. Si quieren salvar a la Iglesia, tenemos que actuar juntos y hacer que los perpetradores se den por vencidos. La amistad no debería prevalecer aquí, sino la acción, porque esto destruirá a todas nuestras generaciones de niños", ha zanjado.