Desde hace algunos años la obesidad es un problema que afecta al mundo entero. Según un estudio realizado en colaboración con la Sociedad Española de cirugía de la Obesidad y de las Enfermedades Metabólicas, en España la obesidad ha aumentado del 7,4% al 17% en los últimos 25 años. Esto conlleva que el 23% de los adultos en este país padezcan obesidad. Son datos sumamente preocupantes y se están estudiando las posibles causas.

Se considera que el problema surge principalmente del cambio de la alimentación en nuestra sociedad, derivado del aumento de ingesta de alimentas con abundante cantidad de azúcar y grasas, es decir, de una alimentación hipercalórica. Acompañado, además, de la escasez de aporte vitamínico, minerales y otros micronutrientes necesarios.

Como forma de contrarrestar estas carencias, está aumentando el sector del cuidado físico y del fitness. Bajo el concepto de fitness se encuentran dos definiciones; la primera se entiende como un estado de salud física y bienestar que se consigue llevando una vida activa y una alimentación equilibrada. Sin embargo, también se denomina fitness al conjunto de ejercicios gimnásticos que se repiten varias veces por semana para conseguir una buena forma física.

Los objetivos que marca esta práctica deportiva son la mejora de la resistencia aeróbica, conseguir más masa muscular y mayor fuerza, a la vez que disminuir la grasa.

Hay un sector poblacional con problemas de movilidad

Cuando uno lleva mucho tiempo sin una rutina deportiva, comenzar a hacer ejercicio suele resultar muy complejo. Aunque poco a poco y con disciplina la mente se va acostumbrando y el cuerpo también. Sin embargo hay un sector poblacional al que quizás la motivación por realizar ejercicio tarda mucho más tiempo en llegar. Según un estudio realizado por Cell Metabolism -dirigido por el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos- las personas que padecen obesidad son menos propensas a realizar ejercicio o a sentir motivación por hacerlo, y esto puede tener su origen en la dopamina.

Esto es un problema bioquímico y la solución no se encuentra en una cuestión meramente física, por ello, la solución más eficaz es que estas personas acudan a un especialista y traten de llevar una vida más sana aunque no estén motivados para ello.

Beneficios de llevar este estilo de vida

Siempre se recomienda llevar una vida activa o realizar ejercicio de manera regular. Un estudio demostró que hacer un mínimo de 30 minutos de actividad física (nadar, andar, bailar, ir en bicicleta, etc) cinco días por semana es lo mejor que se puede ejecutar para alargar la vida.

Hacer deporte, además de alargar la vida, mejora la calidad de vida para todos aquellos que lo realicen. A continuación vamos a analizar las propiedades que supone el deporte para todas las personas, sin importar la edad que se tenga. El ser humano está diseñado para moverse frecuentemente y necesita hacerlo para conservar la salud a lo largo de los años.

Lorena Castillo, una de las voces más cualificadas de FITNESSPIRATAS afirma que los ejercicios que se realizan en conjunto, cada uno implicando una serie de repeticiones, mejoran la resistencia aeróbica del organismo. Además esto provoca que el sistema cardiorespiratorio se estimule, favoreciendo su capacidad y resistencia y reduciendo el riesgo de padecer enfermedades del corazón, al tener controlados los niveles de colesterol y de hipertensión.

Muchos expertos concluyen que la obesidad y el estrés están relacionados: A peor alimentación más estrés y a mayor estrés peor alimentación. Para poder combatir este círculo vicioso, se recomienda la práctica de ejercicio, pues disminuye el estrés y disminuyendo a su vez la obesidad, regenerando un perfecto equilibrio que mejora la salud a corto y largo plazo. A esto hemos de sumarle que, para poder practicar actividad física con un rendimiento alto, es imprescindible llevar una dieta equilibrada basada en frutas y verduras.

Suplementación fitness

A pesar de llevar una buena alimentación, realizar actividad física intensa, con objetivos muy específicos como ocurre en el mundo del fitness, puede provocar un gran desgaste físico. Por eso los usuarios que lo practican necesitan a menudo suplementación de diferentes alimentos.

Estos dependerán de la carga física que realicen y de los resultados y objetivos que tengan, pero por regla general la mayoría suele recurrir a los siguientes:

Proteínas de alta gama

La proteína de suero de leche o también conocida como proteína Whey es la mejor para alimentar al músculo, mientras más aislada y pura, mayor concentración de proteína tendrá. Es un alimento sano y seguro que no afecta negativamente a ningún órgano.

Su ingesta posee una serie de beneficios:

  • Ayuda a completar la dosis diaria necesaria de proteínas.
  • Es un alimento práctico, pues se consumen todas las proteínas indispensables de manera rápida.
  • Vienen en una gran variedad de sabores, lo que permite que todos los usuarios puedan elegir su favorita.

Aceite de pescado

El omega 3 es una fuente de grasas necesaria para el organismo, pues cuando el cuerpo padece un alto índice de desgaste es imprescindible que reciba una suplementación extra.

Las propiedades y beneficios del aceite de pescado son:

  • Su ingesta promueve la oxidación de grasas.
  • Colabora con la salud del corazón, la presión sanguínea y mejora los niveles de triglicéridos.
  • Ayuda con los dolores musculares que se producen con el ejercicio, favoreciendo así un mejor rendimiento.

Monohidrato de Creatina

La creatina es un suplemento respaldado por numerosos estudios que favorece la mejora del rendimiento físico.

Beneficios:

  • Incrementa la potencia y la resistencia.
  • Ayuda con el levantamiento de pesas.
  • Favorece el aumento de masa muscular.

Su consumo dependerá de la carga física que se realice en función de los objetivos que se deseen alcanzar.

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