En un ámbito tecnológico, en el que se producen millones y millones de datos a nivel global por segundo, la ciberseguridad es un pilar esencial para la estrategia de transformación digital de muchas empresas. A pesar de que lo digital ha empezado a formar parte de las diferentes compañías y las informaciones sobre los usuarios son consideradas fuente de riqueza y poder, casi un 70 % del sector empresarial considera que la principal función de la ciberseguridad es reducir el riesgo, cuando en realidad, es el de actuar como facilitador de crecimiento e integración.
En este sentido, un nuevo Informe de la multinacional de telecomunicaciones Cisco identifica los cuatro ciberataques que más impactaron a lo largo de 2018, para prevenir su repetición este año y animar a las empresas a invertir en ciberseguridad. Entre ellos destaca la destrucción de sistemas, el robo la unidad central de procesamiento para minar criptomonedas, el secuestro y chantaje por datos y el control no autorizado del dispositivo móvil.
Conseguir ingresos y destruir sistemas
En concreto, los ciberataques se produjeron por troyanos que distribuyen virus en el dispositivo como el Emotet, una amenaza modular del Internet de las Cosas como es el VPNFilter, una gestión de dispositivos móviles no autorizada a través de UMDM y criptomonedas que acaban con el rendimiento de las tecnologías.
Aparatos electrónicos posibles víctimas de ciberataques / UNSPLASH
Todos estos programas maliciosos o malware tienen como características comunes que se producen en ataques modulares, es decir, una vez que una parte esté infectada, las amenazas descargan complementos con otros virus. También tienen el correo electrónico como principal método de infección y, aunque se llevan a cabo con el principal objetivo de generar ingresos económicos, también existe malware que tan solo pretende la destrucción de sistemas, servicios y datos. Entre algunos de los ciberataques más importantes, el informe recoge el Olympic Destroyer, que acaparó las noticias como un ataque cuyo único propósito era interrumpir los Juegos Olímpicos de Invierno.