Un juzgado de instrucción de Zamora ha condenado a Iberdrola a pagar 10.541 euros a una anciana a la que cortó el suministro eléctrico por el coste de manutención y los daños morales causados, a pesar de que esta tenía un acuerdo con la compañía que le aseguraba la gratuidad del servicio.
La afectada, Leonor Vicenta Gato, cuya historia adelanta El Mundo, fue desprovista de suministro eléctrico en 2016 en su casa de la localidad zamorana de Muelas del Pan. Iberdrola detectó la anomalía como un supuesto enganche y cortó el servicio a la mujer, que tenía 76 años entonces y que falleció en verano de 2017.
Acuerdo verbal con su abuelo
Sin embargo, la eléctrica no tuvo en cuenta que Iberduero, precursora de la compañía, había alcanzado un acuerdo verbal con el abuelo de la afectada. Este permitiría que dos postes de luz se instalaran en su terreno a cambio de la gratuidad del suministro.
El trato se mantuvo hasta 2016, cuando Leonor se quedó a oscuras en casa y, con ayuda de un vecino, se reenganchó a la luz hasta enero de 2017. Fue ahí cuando la compañía dio el corte definitivo y el hijo de esta la trasladó hasta un hotel cercano.
"Imposible" un invierno sin electricidad
"Una persona de cierta edad, como en realidad cualquier otra persona, es imposible que se mantenga en una casa en pleno enero en Zamora, sin calefacción, frigorífico, y cualquier otro elemento de esta naturaleza", asegura el auto citado por El Mundo, al tiempo que descarta que Leonor Vicenta hubiese cometido un enganche “oculto, clandestino y fraudulento”, ya que era producto del acuerdo previo.
Por otra parte, el juez no considera que se trate de un caso de pobreza energética, ya que, explica, no se vincula el fallecimiento de la mujer con la falta de electricidad, especialmente al haber ocurrido en verano.