Un estudio realizado por investigadores de la Universidad de Granada señala que el uso de las denominadas escape rooms en la docencia universitaria ayudan a asentar el conocimiento y motivar al alumnado. La experiencia de las habitaciones de escape, que están muy de moda entre los jóvenes, consiste en un juego de aventura físico y mental en el que se encierra a un grupo de jugadores en una estancia en la que tendrán que solucionar enigmas y rompecabezas aplicando el conocimiento y la lógica para desenlazar una historia y conseguir escapar antes de que finalice el tiempo disponible.
En el campo universitario, utilizar los escape rooms como un nuevo método de aprendizaje supondría encerrar a un grupo de entre dos y cinco estudiantes en una habitación, con la misión de conseguir escapar de ella en aproximadamente treinta minutos, ha explicado el autor principal del estudio, el profesor de Enfermería José Luis Gómez Urquiza. De esta forma, los jóvenes tendrán que utilizar los conocimientos teorico-prácticos aprendidos en clase para resolver una serie de pruebas que les permitan escapar, entre ellas formar puzles, conectar pistas o abrir candados con claves.
Una experiencia para recordar
La investigación, que fue publicada en la revista Nurse Education Today, se llevó a cabo mediante pruebas realizadas por alumnos de la asignatura Enfermería del Adulto, que se enfrentaron a situaciones contrarreloj en las que tenían que realizar una reanimación cardiopulmonar, hacer una cesárea a un muñeco (encontrando antes la bata quirúrgica y guantes estériles), extraer sangre del brazo de un maniquí o colocar unos electrodos como si fueran a realizar un electrocardiograma para obtener una clave.
Alumnos del 'escape room' / UNIVERSIDAD DE GRANADA
Los 115 estudiantes que participaron en el juego docente destacaron que esta experiencia les había ayudado con el aprendizaje de la asignatura, que les fue útil para recordar y fijar conocimientos de cara al examen y que, además, les motivó para estudiar. A todo esto, hay que sumar que los estudiantes consideraron que se trataba de un juego divertido y que se deberían aplicar más dinámicas similares en la universidad.