La Asociación Española contra el Cáncer (AECC) en Barcelona y la Federación Catalana de Entidades contra el Cáncer reivindican que las personas que han sufrido esta enfermedad puedan reincorporarse de forma progresiva a sus puestos de trabajo para facilitar su vuelta a la normalidad.
Estas entidades reclaman que en función de las secuelas que padezcan, los supervivientes se reincorporen a sus empleos para dejar atrás el cáncer y poder retomar sus vidas.
Grado de discapacidad
En algunos países de Europa se reconoce un grado de discapacidad a los supervivientes de esta dolencia. Así lo explica la psicononcóloga Teresa López Fando, que segura que ayuda a reincorporarse al trabajo ya que hay que tener en cuenta las secuelas –tanto físicas como emocionales-- que deja el tratamiento.
"La legislación laboral española no acompaña", critica López, quien sostiene que en nuestro país “no hay medias tintas, o se trabaja o no se trabaja”.
Cambios cognitivos
Además, los tratamientos de quimioterapia producen cambios en los cerebros de los pacientes. ¿En qué medida? Modificaciones que dificultan la memoria a corto plazo, así como la lectura comprensiva, y disminuye la concentración. Un fenómeno que se denomina Chemo Brain o quimiocerebro.
Aunque durante años estos cambios se achacaban a la depresión o ansiedad tras el diagnóstico y el tratamiento, ahora los investigadores estudian los efectos que sufren los supervivientes de esta enfermedad.
Tomar conciencia
Pese a que la sociedad ha tomado conciencia de la necesidad de investigar para encontrar un remedio contra la enfermedad, aún quedan muchos aspectos por trabajar. La gerente de la Federación, Clara Rosàs, indica que algunos de ellos son cómo mejorar la vida de los enfermos oncológicos así como la protección de sus derechos.
Adaptar el trabajo a los enfermos así como un trato individualizado durante su reincorporación a la empresa, es la propuesta de la AECC en Cataluña.