Josep Maria Soler, abad de Montserrat / FOTOMONAJE DE CG

Josep Maria Soler, abad de Montserrat / FOTOMONAJE DE CG

Vida

El abad de Montserrat asume los abusos sexuales y pide perdón a las víctimas

Josep Maria Soler se “solidariza” con los afectados y ofrece el “apoyo” de la comunidad

3 febrero, 2019 13:21

El abad de Montserrat, Josep Maria Soler, ha aprovechado la homilía de la misa dominical en el monasterio para pedir “perdón” a las víctimas de los abusos sexuales cometidos en la comunidad. Unos abusos que, en los últimos días, están saliendo a la luz. El religioso se solidariza con los afectados y les ofrece “apoyo”.

“Mis hermanos de comunidad y yo mismo pedimos humildemente perdón a las víctimas, nos solidarizamos con su dolor y les ofrecemos el apoyo de la comunidad”, ha afirmado Soler, que ha condenado los abusos y ha reconocido saber el dolor que causan y cómo cuesta cicatrizar las heridas.

Protestas en Montserrat por los abusos sexuales

A las diez de la mañana, algunas de las personas que han denunciado los abusos se han concentrado ante el monasterio para “pedir transparencia y depuración de responsabilidades”, así como la dimisión del abad Soler. Uno de ellos ha argumentado que, “en 20 años, no han denunciado los crímenes a la policía y no han informado al Vaticano mientras el abusador estaba vivo [...] no han empezado a buscar víctimas hasta 48 horas después de que explotara el escándalo”.

La protesta también ha exigido que se establezca una comisión de investigación “realmente independiente”, que tenga al frente a un jurista de prestigio, sin conexiones con la Iglesia, con un representante de las víctimas y que gestione las denuncias.

El abad de Montserrat anuncia una investigación

Soler, mientras, se ha limitado a decir que tienen las herramientas “necesarias” para “aclarar los hechos y atender a las víctimas de una manera justa y evangélica”. Cuando los tengan, expondrán los resultados de la investigación y seguirán el protocolo establecido por el Papa.

El abad, además, ha dicho que “los abusos sexuales a menores por parte de personas consagradas a Dios” le duelen “profundamente”. Ha indicado que hieren la parte más vulnerable de las víctimas y quitan la confianza que habían puesto en ellos.

La confianza en la Iglesia

También ha pedido perdón “a todas las personas a quien el conocimiento de estos hechos ha podido escandalizar o hacer perder confianza en instituciones de Iglesia” y ha reiterado su condena rotunda a cualquier tipo de abuso a menores y su voluntad de transparencia.