Los deportes de riesgo ganan cada vez más adeptos gracias a las personas curiosas que se atreven a probarlos. Uno de estas prácticas es el salto base, la sensación más cercana a volar que puede experimentar un ser humano sin depender de aparato alguno. Sin embargo, el riesgo que implica una situación de este tipo obliga a más de uno a echarse atrás antes de lanzarse.

Para quienes deseen probar la experiencia pero no quieran sentir el miedo a caer al vacío ha nacido una alternativa más segura. Los túneles de viento aportan una nueva alternativa en la que el saltador cae a pocos metros de la superficie. En el túnel de viento, una columna de aire mantiene suspendida a la persona, que experimenta una situación similar a la de una caída libre.

Ampuriabrava

En toda Cataluña sólo existe un centro donde poder probar una experiencia de estas características. Se trata de Windoor Realfly, ubicado en la localidad de Ampuriabrava, dentro de la provincia de Girona

En este túnel de viento cuentan con clases teóricas previas a la práctica, con las que conocer el funcionamiento del mismo. Tras ellas y después haberse enfundado el uniforme de vuelo, un instructor acompañará durante el planeo a los menos experimentados que así lo deseen.

Apto para principiantes y expertos

Las personas que tanto si nunca han volado como si lo hacen a menudo pueden encontrar su hueco aquí, ya sea aprendiendo en sus primeras clases o compitiendo en eventos. Desde más o menos 50 euros es posible comenzar a soltarse en el túnel de viento y empezar a manejar y perfeccionar las técnicas.

Además de volar, también es posible participar en cursos de formación para instructores. Y en este centro también hay hueco para la competición, puesto que anualmente alberga unos juegos de vuelo. En 2018, el Windoor Realfly organizó por cuarta vez The Wind Games.