La plataforma de movilidad Cabify también abandona Barcelona. Así lo ha anunciado la compañía española, que junto a Uber, suspenderá su servicio a partir de mañana. De esta manera, cualquier usuario de las dos plataformas no tendrá acceso a sus servicios a partir de ahora, un hecho insólito en una ciudad turística como Barcelona.
Cabify responsabiliza al conseller de Territori, Damià Calvet, de su marcha de la capital catalana. En un comunicado, la empresa lamenta que Calvet "haya cedido a la presión y exigencias del sector del taxi, perjudicando gravemente el interés ciudadano".
"Expulsión" de Barcelona
La compañía española, que cuenta con un millón de usuarios registrados en Barcelona, asegura que el decreto ley impulsado desde la conselleria de Territori "tiene como único objetivo, y por tanto también como consecuencia final, la expulsión directa de la aplicación de Cabify y de sus empresas colaboradoras de Catalunya y Barcelona". Estas últimas, que ejercen como proveedores de Uber y Cabify y que gestionan las flotas de conductores, también tienen previsto cerrar y realizar despidos masivos en la capital catalana.
Cabify describe las medidas de la Generalitat como "altamente restrictivas" y "artificiales", y que "destruyen por completo el mercado en el que se venía trabajando y gracias al cual se han generado más de 3.000 empleos en Catalunya". Además, reiteran que la nueva regulación causa "un impacto inmediato en todas las empresas del sector, incluyendo también a Cabify, impidiendo su operativa tal y como la conocemos en el resto de las ciudades en las que opera".
Golpe mortal a su modelo de negocio
En el comunicado, la plataforma de movilidad señala "el grave perjuicio que se genera al ciudadano desde el punto de vista de la competencia y la calidad del servicio". Y, para justificar su marcha, explican que "el 98,5% de los viajes gestionados a través de la app de Cabify están por debajo de los 15 minutos de espera". Así, desde su óptica de mercado, la obligatoriedad de precontratar sus servicios con 15 minutos de antelación establecida por el decreto de la Generalitat supone un golpe mortal a su modelo de negocio.
Será a partir de mañana cuando Cabify informe a su millón de usuarios registrados en Barcelona de su expulsión de Cataluña, coincidiendo con la entrada en vigor del del decreto ley aprobado por la Generalitat.