Reacción popular: los viajeros pasan del taxi y se van al metro y a Uber

La exigencia de contratar con 15 minutos de antelación los servicios de Uber o Cabify que ha anunciado la Generalitat de Cataluña no ha contentado a los taxistas. Por este motivo, y en señal de protesta, los conductores de este servicio de transporte han convocado una huelga indefinida para mostrar su rechazo ante la protección que, consideran, están recibiendo los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) por parte de la Administración.

Los vehículos negros y amarillos que hasta hoy transportaban a los viajeros por la capital catalana, han dejado de recorrer las calles hasta próximo aviso. De hecho, las protestas del sector ya han provocado cortes en la autovía C-31 en dirección al aeropuerto de Barcelona-El Prat. Parar uno de estos coches hoy en la puerta de casa para coger un vuelo es imposible.

¿Sin taxis? ¡A Uber!

Las opciones para entrar y salir del aeropuerto catalán se han visto reducidas en la jornada de hoy. Sin embargo, existen alternativas para llegar hasta El Prat que no dependen de coger un taxi tradicional. El metro, Uber y Cabify sí funcionan. Los usuarios lo saben y no han dudado en cambiar de transporte para desplazarse hasta a su destino.

Los primeros viajeros ya han publicado sus reacciones en Twitter, que no parecen afectados por no encontrar vehículos a la salida del aeropuerto catalán. De hecho, el Metro de Barcelona y los VTC ya han comenzado a hacer su agosto durante esta jornada de paros del sector del taxi. 

Se duplican las tarifas

Los VTC se han percatado de que la demanda de transporte en la Ciudad Condal ha aumentado con la huelga de taxsitas y han reaccionado rápidamente. En la app de Uber coger un coche para ir o volver del aeropuerto es el doble de caro que hace unos días. El trayecto cuesta 75 euros este viernes, frente a los 33 euros habituales para este mismo desplazamiento.

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Captura de pantalla con el precio del trayecto al aeropuerto / UBER

Por su parte, el metro haya empezado a vivir largas colas de espera que ya se están dando en las máquinas de billetes del interior del aeródromo.