Se escucha hablar mucho del Big data, no en vano puede decirse que es el presente y el futuro de la sociedad. Los datos se han convertido en el bien más preciado para las empresas, por eso cada vez es más habitual la creación de nuevos centros de datos en la nube a gran escala. Pero, ¿qué impacto tienen para el medio ambiente? Es lo que ha analizado el último informe de Supermicro, que revela que el rápido crecimiento de los centros de datos a gran escala implica desafíos tanto empresariales como medioambientales para sus responsables.
Actualmente los gestores informáticos tienen la necesidad de cuantificar el impacto real que tienen sus centros de datos para el medio ambiente, así como de identificar algunas de las oportunidades con las que reducir de manera significativa dicho impacto.
Ni rastro de las políticas medioambientales
El 43% de las empresas encuestadas no tienen en marcha ninguna política medioambiental y la mitad ni siquiera cuenta con un plan para desarrollarlas en un futuro próximo. Estas compañías confiesan que hacen caso omiso de las cuestiones medioambientales porque éstas suponen un elevado coste (29%), porque carecen de los recursos o del nivel de conocimientos necesario (27%) o bien porque no consideran que las cuestiones medioambientales sean una prioridad empresarial (14%).
El 58% de las empresas admite disponer actualmente de una política medioambiental en marcha, pero sólo el 28% de los encuestados tiene en cuenta las cuestiones medioambientales a la hora de elegir tecnologías para sus centros de datos. De forma semejante, únicamente el 9% mencionó la eficiencia energética como uno de los principales criterios a la hora de establecer una estrategia para el diseño de centros de datos.
Eficiencia energética
El análisis de Supermicro documenta el uso de métricas de eficiencia de consumo eléctrico en comparativas de centros de datos en la nube a escala y grupos homólogos para ayudar a los gestores proporcionando un punto de referencia con el que medir su rendimiento.
Servidores en un centro de datos / PIXABAY
El 59% de los encuestados considera que la eficiencia de consumo eléctrico es "muy importante" o "importante" a la hora de concebir sus centros de datos reales. No obstante, más de la mitad (58%) todavía no realiza mediciones de eficacia de uso de la energía (PUE), que viene a ser la relación de la energía total consumida por las instalaciones de un centro de datos en comparación con la energía suministrada a los equipos informáticos. Para aquellas empresas que sí que miden la eficacia de uso de la energía, el 22% cuenta con una PUE de 2 puntos o superior, mientras que apenas el 6% se encuentra en el rango ideal de entre 1 y 1’19 puntos.
Reciclaje de equipos informáticos
Aproximadamente una de cada diez empresas todavía no tiene implementados programas de reciclaje de equipos con los que contribuir a mitigar los desperdicios electrónicos. Por su parte, el 12% de los encuestados no dispone de ningún sistema de reciclaje y sólo opta por deshacerse de todos los equipos informáticos que se dejan de utilizar.
"Los resultados que arroja este nuevo estudio deberían abrir la puerta a un debate en el sector informático sobre el impacto de los centros de datos para el medio ambiente", señaló Charles Liang, presidente y consejero delegado de Supermicro, que añadió que la clave está en “hacer un menor uso de los recursos por coste total para el medio ambiente, una combinación que ofrece un coste total de propiedad superior para inversiones en centros de datos al mismo tiempo que se minimizan los impactos medioambientales de dichos centros de datos".