El barrio de Sant Roc, en Badalona, sigue consternado tras el trágico incendio en un edificio el pasado sábado en el que fallecieron tres personas y otras 30 resultaron heridas. El luto oficial ha acabado, pero el recuerdo de este funesto suceso se mantiene muy vivo entre los badaloneses.
Los que pasan por delante del inmueble, ubicado a pocos metros de una parada del tranvía y de la estación de metro de Sant Roc, no pueden evitar levantar la cabeza y echar un rápido vistazo a las secuelas que dejó el incendio. El rastro que han dejado las llamas salta rápidamente a la vista. La fachada de este edificio –de una gran altura-- permanece calcinada, sobre todo en las partes superiores e inferiores del mismo.
Afectación en el barrio
Pero el respeto por lo ocurrido no deja lugar al morbo y la curiosidad, habituales en acontecimientos de otra índole. Los transeúntes no sacan el móvil de sus bolsillos para tomar fotos del lugar, prosiguen su camino de forma discreta. Los que van acompañados tampoco se paran a comentar el escenario. Hace frío y la gente camina deprisa por las calles.
En los alrededores del inmueble donde se produjo el incendio no hay mucha vida. Ubicado en el número 244 de la avenida del Marquès de Mont-Roig, en este lado de la calle no hay comercios ni bares, tan sólo viviendas. Para encontrarse un poco con algo de actividad cotidiana hay que cruzar las vías del tranvía y pasar al otro lado de la acera, donde hay unos pocos establecimientos.
Imagen del edificio incendiado en San Roc (Badalona) / CG
Preguntados por el sentir general, lo primero que destacan los vecinos es la gran afectación que ha tenido este trágico suceso en el barrio y en el conjunto de Badalona. Esa es la primera reacción, unánime en todos los encuestados. Acto seguido, comienzan las elucubraciones sobre lo ocurrido, e incluso los hay que avisan que “esto se veía venir”. Pero la mayoría son cautelosos, y empiezan las frases remarcando que son habladurías del barrio, teorías sin refutar.
Habituados a los 'okupas'
Lo que sí se ha confirmado es el origen del incendio: una sobrecarga eléctrica en el contador de la luz. Los vecinos de San Roc dieron por hecho desde un inicio que los inquilinos del piso donde se originó el fuego tenían pinchada la luz –tal y como indicó más tarde la investigación--, y que de no ser así, éste no se hubiera producido. Asimismo, todos ellos destacaron en las horas posteriores que eran okupas.
Un hecho que no sorprende a los residentes de este barrio de clase trabajadora, muy habituados a ambas prácticas ilegales: la okupación y el fraude eléctrico. Antonio, miembro de la Asociación de Vecinos del barrio del Maresme --cuyo local se encuentra a pocos metros del lugar de los hechos-- asegura “haber oído que se trataba de un piso okupado y realquilado por parte de las mafias okupas a los actuales inquilinos”. Según él, se trata de “un fenómeno muy extendido en Badalona” y un negocio ilegal consolidado, “al que se dedican de forma profesional”.
"No se puede hacer nada"
“Localizan rápidamente los pisos que pertenecen los bancos y que están vacíos, normalmente tras un desalojo, y tiran la puerta abajo para después realquilarla a gente con pocos recursos”, explica Antonio, que conoce al detalle el día a día en San Roc.
Este fenómeno no es nuevo ni exclusivo de este barrio, pero se asume y se concibe como un hecho incuestionable, pese a que por lo general sea a base de resignación. Entre los que pagan un alquiler o una hipoteca, predomina el descontento por la okupación de viviendas. Expresan su impotencia y frustración hacia esta práctica ilegal, que no se ha alejado del barrio pese a la ligera recuperación de la economía en los últimos años. “No se puede hacer nada, y sinceramente, si el piso no es mío, tampoco voy a perder el tiempo en denunciarlos para que, luego, sigan aquí durante años”, afirma Silvia, una vecina que vive en un bloque de pisos cercano al inmueble donde se produjo el incendio y que asegura que en su edificio hay una vivienda con okupas.
La pobreza energética es otro mal endémico enquistado en este barrio. Entre los años 2017 y 2018, Endesa ha abierto casi 1.600 expedientes por fraude eléctrico en San Roc. Una cifra que ilustra la dimensión del problema, del que difícilmente puedes mantenerte al margen si vives en esta zona de Badalona y que, en muchos casos, va de la mano con la ocupación de viviendas por parte de familias sin recursos.