¿Cuántas mañanas hemos deseado un coche volador para evitar el atasco? Pues ya no será necesario, aunque sea la inteligencia artifical la que pretende acabar con este incordio. ¿Cómo? A través de semáforos inteligentes que se ajusten a la demanda en tiempo real de los conductores.

Estos carteles luminosos obedecen siempre la misma cadencia, que se basa en temporizadores, sin tener en cuenta la densidad del tráfico ni si hay o no peatones con la intención de cruzar la calle. 

Ciudades inteligentes

Si los semáforos se adaptan a la densidad del tráfico, mejorará la movilidad en las ciudades. De hecho, Londres instalará más señales luminosas de este tipo para dar prioridad a los viandantes y también a los ciclistas

Transport for London ha estado realizando revisiones anuales del tiempo de espera en 1.200 intersecciones señalizadas durante los últimos años para poder llevarlo a cabo.

Sensores

Los semáforos almacenan y analizan información sobre la circulación de vehículos gracias a unos sensores. También sobre la cantidad de peatones y así pueden elaborar patrones y modificar sus luces en tiempo real para que librarse del atasco deje de ser un sueño.