Los patinetes eléctricos han invadido las calles de las principales ciudades, sobre todo las más importantes. Se trata de una alternativa sostenible, respetuosa con el medio ambiente y asequible para realizar viajes cortos sin contaminar el aire ni aumentar el tráfico. Sin embargo, en algunas urbes como Barcelona o Madrid su integración en las aceras y calzadas se ha convertido en un verdadero problema para los ayuntamientos.
Algunas cuestiones fundamentales todavía están en el aire: ¿Por dónde pueden circular? ¿Cómo y dónde hay que estacionarlos? Para intentar arrojar algo de luz la start-up Bird ha creado una guía práctica para circular en patinete eléctrico de forma segura y responsable tanto para sus usuarios como para los peatones y el resto de vehículos.
El casco no es obligatorio, pero sí muy recomendable
Aunque el uso del casco no es obligatorio para circular en patinete, es innegable que ofrece una valiosa protección. Por ello, la recomendación es utilizarlo para circular siempre de la forma más segura posible.
Otra de sus ventajas es que montar en patinete eléctrico es realmente sencillo, pero su correcto manejo exige llevar siempre ambas manos en el manillar para un mejor control. Y, por supuesto, hay que evitar todo tipo de imprudencias y distracciones, como el teléfono móvil o escuchar música con auriculares.
La acera es para los peatones
Una de las cuestiones que suscitan más dudas y debates es el lugar por el que este tipo de vehículo puede circular. La respuesta no siempre es sencilla, ya que hay numerosas ciudades que todavía no han regulado su uso y, entre las que sí lo han hecho o están a punto de aprobar sus nuevos planes de movilidad, hay importantes diferencias. Sin embargo, lo que sí está claro es que la acera nunca será una opción, puesto que debe quedar reservada sólo a los peatones.
Algunas de las normas que deben respetar los patinetes eléctricos / BIRD
En este sentido, actualmente el carril bici se posiciona como el espacio ideal para moverse en patinete eléctrico, ya que están libres de coches y de atascos. No obstante, en ciudades como Madrid, los patinetes también pueden circular por calles (excepto el carril bus) con un límite de velocidad de 30 kilómetros por hora o inferior.
Velocidad adaptada al entorno
La velocidad máxima a la que se puede circular en patinete eléctrico puede variar de una ciudad a otra, aunque la norma general fija el máximo en 30 kilómetros por hora. En cualquier caso, no hay por qué circular al límite permitido y lo más recomendable es hacerlo a una velocidad adecuada a la situación de la vía, el tráfico y, muy importante, a la experiencia de quien lleva el patinete.
Además, siempre que sea posible es conveniente que el usuario elija una ruta conocida. Es la mejor opción para evitar imprevistos, como calles con alta densidad de tráfico o zonas donde no esté permitido el uso del patinete.
Aparcamiento responsable
Otra de las cuestiones que está generando más debate social es cómo y dónde deben aparcar los patinetes. Una vez más, lo más probable es que la norma no sea homogénea en todas las ciudades españolas cuando regulen su uso en sus correspondientes ordenanzas municipales de movilidad. Pero lo que nunca podrá fallar es el sentido común: jamás se debe aparcar un patinete donde suponga un obstáculo para los peatones u otros vehículos. Esto es especialmente importante en el caso de las aceras, ya que es obligación de todos mantenerlas limpias y seguras.
En ciudades como Madrid, la nueva ordenanza permite estacionarlos en las reservas de motos y aparcabicis, así como en cualquier banda de estacionamiento donde esté permitido aparcar. También, excepcionalmente, en aceras de más de tres metros que no hayan sido declaradas de "especial protección para el peatón".