¿Comemos igual que hace 20 años? Conseguir una alimentación saludable es uno de los temas que despierta el interés de los consumiores desde hace tiempo. Seguimos haciendo la compra igualmente, pero nos preocupa más qué productos añadimos a la cesta y cómo podemos cocinarlos para sacar el máximo partido a sus nutrientes. En definitiva, buscamos comer mejor, por lo que estamos más concienciados y también más informados a la hora de acudir al supermercado.
Los estilos de vida también han cambiado y, aunque tenemos poco tiempo para la cocina, sabemos lo importante que es para la salud controlar todas las comidas que realizamos a lo largo de un día. Evitamos más los alimentos con alto contenido graso o aquellos denominados ultraprocesados e intentamos, en la medida de lo posible, aumentar el consumo de fruta, verdura y proteínas.
Interés por lo ecológico
Los productos de temporada era algo prácticamente desconocido por el consumidor hasta hace unos años. Pensábamos que podíamos encontrar cualquier fruta o verdura independientemente de la época del año en la que nos encontráramos. Aunque fuese así, ahora nos informamos más sobre los alimentos más habituales de encontrar en los lineales de las tiendas dependiendo de cada estación.
Según los datos del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, uno de cada dos hogares españoles paga más por incluir productos healthy en la cesta de la compra. De hecho, en cuanto a hábitos de consumo se refiere, también buscamos más los productos locales ya que suelen mantener mejor sus propiedades debido a la proximidad y a la ausencia de aditivos.
Interpretamos etiquetas
Otra cosa que ha cambiado es que nos paramos a leer el etiquetado de los productos, lo que nos permite comparar entre varios antes de elegir el más saludable. De hecho, a través de internet y de las redes sociales podemos encontrar cada vez más información sobre los distintos alimentos que están al alcance de nuestra mano en el supermercado. Por lo tanto, en pocos minutos sabemos si su contenido es realmente tan beneficioso como nos lo quieren hacer bien las empresas del sector.
Tal es el interés por lo que comemos que las grandes multinacionales del consumo se han puesto manos a la obra y están buscando la forma de crear un etiquetado más claro de cara al comprador. Mondelez, Nestlé, PepsiCo, Coca-Cola y Unilever han sido las primeras en buscar un método diferente para indicar el valor nutricional de sus productos.
No obstante, aunque se pensó en un primer momento en la implantación del semáforo nutricional NutriScore, esta opción ha sido suspendida al no establecer un valor numérico igual en todos los productos de lo que vendría siendo una porción. Esto se contradeciría directamente con los criterios que establece la Unión Europea.
El pan aún es un clásico
No todo ha cambiado. Si hay un alimento que sigue apareciendo en la mesas ese es el pan. Sin embargo, si antes conocíamos solo el pan blanco tradicional y el integral, ahora existen más variantes que incluyen centeno, espelta y muchos otros cereales.
De acuerdo con los datos de este mismo informe, más de un 80% de los hogares españoles consume pan una media de seis veces por semana y en todas las comidas, especialmente al mediodía y en la merienda. De hecho, cada persona ingerimos una media de 32 kilos de este alimento al año.