La Fiscalía y el Juzgado de Instrucción número 15 de Valencia tratan de averiguar si el Instituto de Investigación Sanitaria La Fe ha utilizado la misma maquinaria para realizar indistintamente resonancias a animales y humanos. Según la documentación que tienen en su poder, estas prácticas se habrían llevado a cabo sin las autorizaciones necesarias en estos casos y sin que se aplicaran los protocolos de desinfección e higiene que imponen las autoridades sanitarias tras finalizar cada exploración.
Varios correos electrónicos serían la prueba de que estos estudios se llevaban a cabo sin seguir el protocolo establecido. Varios trabajadores de este mismo centro hospitalario advirtieron a Luis Martí-Bonmatí, director del Área de Diagnóstico e Imagen del Hospital de La Fe, de que no estaba permitido realizar resonancias magnéticas a animales como cerdos y ratas junto a humanos con los mismos aparatos. También el Instituto Carlos III notificó al centro valenciano que no podía darse este doble uso teniendo en cuenta la maquinaria con la que pretendía llevarse a cabo.
La Fe ocultó información
Aunque La Fe realizó las solicitudes correspondientes para realizar estas pruebas en animales y humanos, en ningún momento comunicó que iban a llevarse a cabo de forma compartida. Por este motivo, el hospital recibió el beneplácito de las conselleries de Sanidad y Agricultura siempre que se siguieran “las pautas de aprobación de proyectos y la adecuación de las salas”.
Según un correo de la Junta de Gobierno del IIS La Fe a Martí-Bonmatí, éste debía informar sobre “a quién se le va a realizar la resonancia dado que el uso compartido no está autorizado ni por la Conselleria ni por la Dirección del Hospital”.
La maquinaria y la respuesta del Carlos III
El equipo con el que se realizan estas resonancias, modelo Achieva de Philips diseñado específicamente para humanos, debe pasar por un sistema de desinfección específico una vez terminada la exploración en animales. No obstante, aunque en su momento se realizaba una limpieza por parte del responsable del departamento, carecía de la certificación que recogen los organismos internacionales y que debe autorizar previamente también la dirección del propio hospital.
En 2016, La Fe solicitó información al Instituto de Salud Carlos III sobre si se le podía dar este doble uso a la maquinaria argumentando que “existían dudas sobre el marco legal que ampare ambos usos (humano y animal) de un mismo equipamiento”. Esta pregunta fue respondida con una negativa apoyándose en anteriores indicaciones por parte de Sanidad de que no era posible tal uso de los aparatos.