Una nueva orden publicada por el Gobierno de Pedro Sánchez obligará a cerca de tres millones de viviendas a cambiar su contador de agua. Y aquellos usuarios que no lo lleven a cabo se enfrentarán a multas de hasta 5.000 euros, según queda estipulado en la Ley de Meteorología de 2014.
La sustitución de contadores comenzará a partir de 2019 y el Gobierno ha estipulado un periodo de tres años --ampliable a cinco-- para que los consumidores se adapten a esta nueva orden. Sin embargo, no todas las familias se verán obligadas a realizar el cambio del dispositivo de medición de gasto de agua.
Cambio de órgano de decisión
En España, la vida útil de los contadores podía ser establecida por las propias compañías gestoras o por la comunidad autónoma. Por ejemplo, en Madrid y en Barcelona eran las empresas las que decidían cada cuántos años el usuario debía cambiar el aparato de medición, mientras que en Andalucía era el gobierno autonómico el que imponía este periodo de vida útil.
Ahora es el Ejecutivo central el que ha limitado la antigüedad de los contadores de agua. El uso de estos aparatos está fijado en 12 años como máximo, por lo que las viviendas que cuenten con contadores que superen este tiempo desde su instalación deberán cambiarlo.
A cargo del consumidor
Lo que no cambia es el encargado de realizar esta sustitución, que tanto antes como ahora recae en el usuario. Se estima que hay contadores que superan los 20 años de vida útil, ya que muchos consumidores esperan a que deje de funcionar o de problemas para llevar a cabo el cambio (dado que su coste recae en ellos).
La agencia de medición de consumo de agua Insta estima que el 50% de los tres millones de contadores que deberán cambiarse ya superan los 12 años de uso. El 50% restante superarán este límite fijado por el Gobierno durante el periodo estipulado para adaptarse a la nueva normativa.
Menos gasto
El director general de Ista España, Ignacio Abati, ha explicado que el ahorro potencial de una familia por cambiar el contador es de un 15% al año. Los aparatos renovados permitirá un mayor ahorro a las familias y reducirá los posibles errores en la medición, lo que ayudará a controlar el gasto de agua.
La sustitución de contadores es una medida que ya se aplica en otros países de la Unión Europea. Este es el caso de Alemania, donde además la vida útil de estos aparatos es mucho más corta: seis años para los contadores de agua fría y cinco para los de agua caliente.