El comisionado de Seguridad de Barcelona, Amadeu Recasens, ha defendido la lucha del Consistorio barcelonés contra la delincuencia y el narcotráfico. Según el responsable de seguridad, en 2018 se han cerrado 103 narcopisos y 51 clubes canábicos ilegales en la ciudad. Pero ha reconocido que se producen 21 delitos cada hora en Barcelona, un dato que para la opisición demuestra la falta de seguridad en la ciudad.
En su comparecencia en la comisión de Presidencia, Recasens ha recordado que la Guardia Urbana trabaja en operativos conjuntos con los Mossos d'Esquadra, y ha instado a abordar las necesidades en seguridad en la próxima Junta Local de Seguridad. A su juicio, esta reunión servirá para tratar una nueva estrategia de coordinación, y también ha anunciado que se reunirá con la vicedelegada del Gobierno en Barcelona.
Críticas de la oposición
Unas reuniones criticadas por el republicano Jordi Coronas, que se ha referido a las múltiples reuniones que mantiene el gobierno de Colau para al final lograr pocas soluciones. Según el concejal de ERC la inseguridad vivida en la ciudad se debe a la falta de recursos para combatir la delincuencia, y ha afirmado que la Guardia Urbana y los Mossos d'Esquadra se encuentran desborados por la situación.
El edil del PDeCAT Jordi Martí ha reclamado a los comunes que elaboren el mapa de puntos negros de seguridad al que se comprometió Colau tras reunirse con las entidades que conforman el movimiento Tsunami Vecinal.
También se ha mostrado crítico Paco Sierra, de Ciudadanos, que ha asegurado que Barcelona es una ciudad cada día más insegura por la "dejación de funciones" de la alcaldesa. Asimismo, ha cargado contra la falta de medios que sufre la Guardia Urbana, que ha supuesto un aumento de la inseguridad.
Comparación con los 80'
La concejal del PSC Carmen Andrés considera que la ciudad está desgobernada y ha lamentado la falta de seguridad y prevención. Además ha sbrayado la ausencia de una estrategia y de un modelo de ciudad por parte de la alcaldesa y sus responsables de seguridad: "Hacen lo que pueden con lo que tienen, pero pedimos que gobiernen la ciudad", ha remachado.
Alberto Villagrasa (PP) ha comparado la inseguridad que se vive en algunas calles de Barcelona con la época de los años 80. A su juicio, esto es culpa de un Gobierno municipal con "complejos por un pasado activista, okupa y antisistema" que empezó el mandato sin creer en la Guardia Urbana.
La concejal de la CUP Maria Rovira (CUP) ha mostrado una opinión diferente a la hora de proponer soluciones para esta problemática. La antisistema ha criticado al equipo municipal por abordar la seguridad desde la perspectiva de los delitos, olvidando la desigualdad y sin poner el foco en las políticas de prevención: "Nos hubiera gustado que se ampliara el modelo de seguridad y se abordara la prevención, sin virar hacia el número y extensión de los dispositivos policiales", ha afirmado Rovira.