Una polilla invasora procedente de Asia está atacando los ecosistemas de algunas comarcas de Cataluña. Se trata de la oruga del boj, que llegó a España hace cuatro años y que devora los bojedales de La Garrotxa (Girona) y Osona (Barcelona) a gran velocidad. El clima mediterráneo favorece que este insecto se convierta en plaga.
Ante esta escena, el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (Creaf) ha decidido que Alerta Forestal, su plataforma ciudadana, inicie una campaña para recibir imágenes de los bojedales catalanes afectados. Pretende así estudiar qué comarcas están sufriendo más, el grado de invasión y a qué ritmo se extiende esta mariposa defoliadora del boj o Cydalima perspectalis.
La oruga del boj ataca los bojedales de varias zonas
La coordinadora de Alerta Forestal, Anabel Sánchez, ha pedido la colaboración ciudadana para monitorear la expansión de la plaga. Si bien es cierto que la oruga del boj se detectó por primera vez en Cataluña en 2014, este año está causando una gran alarma social y ambiental entre los biólogos por la cantidad de bojes que ha atacado y por la rapidez con que se extiende.
Sánchez ha señalado que las comarcas más afectadas son La Garrotxa y Osona, “pero también se ha confirmado su presencia en las comarcas gerundenses del Ripollès, La Selva, Pla de l’Estany y Gironès”. Además, esta mariposa ha aparecido en otras regiones catalanas, pero queda pendiente de confirmar si se ha establecido en ellas y si ya ha atacado algún bojedal.
Un boj devorado por una oruga
Los bojes mueren tras varios ataques
La polilla del boj es nativa de Japón, Corea y China. Se reproduce muy rápido en verano y en fase de oruga se alimenta de las hojas de los bojes, un arbusto típico y muy abundante del paisaje catalán que tiene la capacidad de rebrotar y recuperarse con cierta facilidad. El arbusto se encuentra sobre todo en zonas de terreno calcáreo, donde acostumbra a integrar el sotobosque de robledales y hayedos. Se adapta muy bien a las zonas que han sufrido algún tipo de degradación, pero también es habitual en el ecosistema del bosque de ribera.
Sin embargo, otros países afectados han constatado que si los bojes sufren varios ataques, pueden morir. De hecho, los ecólogos del Creaf sospechan que es lo que puede estar pasando este año en Cataluña, ya que la Cydalima perspectalis está atacando los mismos bojes que en 2017 y “el aspecto este año es devastador”.
La oruga del boj afecta a otras comunidades
Según Sánchez, “hay que estudiar a fondo lo que sucede con esta mariposa”, porque al inicio de un proceso de invasión a menudo hay un crecimiento muy exponencial de la especie invasora, pero después la población se puede estabilizar porque el ecosistema reacciona, bien con la aparición de nuevos depredadores o bien por la reducción del alimento, entre otros factores.
“Tenemos más de 400 usuarios dados de alta en la plataforma, confiamos obtener suficiente fotografías para seguir la plaga, hacer modelos matemáticos que nos expliquen qué favorece o retrasa su expansión, y predecir si la oruga puede acabar afectando a toda Cataluña”, ha indicado la experta. En el resto de la Península la oruga también está afectando bojes en el País Vasco, Navarra, Cantabria, Galicia y Valencia.