Paul Allen, cofundador de Microsoft junto a Bill Gates en 1975, ha muerto tras no superar el grave cáncer que padecía. Su familia anunciaba conmocionada la pérdida de esta reconocida figura del mundo de la tecnología que ha fallecido a los 65 años: "Con profunda tristeza anunciamos la muerte de nuestro fundador, Paul G. Allen, cofundador de Microsoft y destacado tecnólogo, filántropo, constructor de comunidades, conservacionista, músico y partidario de las artes".
Los familiares de Paul le describen como un tío muy querido y una persona excepcional. Su hermana Jody subrayaba así los sentimientos hacia Paul: "era un individuo notable en todos los niveles". "Aunque la mayoría conocía a Paul Allen como tecnólogo y filántropo, para nosotros era un hermano y un tío muy querido y un amigo excepcional".
Linfoma no-Hodgkin
La enfermedad de Hodgkin obligó al matemático a dejar atrás su actividad en Microsoft en 1983. En 2009 anunciaba que su enfermedad se agravaba desarrollando un linfoma no-Hodgkin, un cáncer del sistema linfático. Se trata de un subtipo particular de linfoma que se reproduce con un tipo particular de células. A través de Twitter, Microsoft ha querido recalcar la contribución indispensable de este matemático a la empresa y ha agradecido su curiosidad y preocupación por aportar soluciones a algunos problemas del mundo.
La página de su organización caritativa Paul G. Allen Family Foundations remarca que el emprendedor continuó trabajando como jefe de tecnología de la empresa de Redmond hasta que se le diagnosticó el primer cáncer. Entre su trayectoria, el cofundador de Microsoft cuenta con la fundación de la compañía Vulcan, además de ser dueño del equipo de la NFL Seattle Seahawks. En esta ciudad está la sede de Vulcan, los Portland Trail Blazers de la NBA y de parte de los Seattle Sounders de la MLS.
Ingenio, calidez y generosidad
Sus familiares y amigos han recalcado en estos momentos de pérdida que "estamos profundamente agradecidos por el cuidado y la preocupación que demostró todos los días". Han declarado que "fueron bendecidos al experimentar su ingenio, calidez, generosidad y profunda preocupación". Sus más allegados han ensalzado el carácter dinámico y los "innumerables intereses" que tenía el matemático, que los reflejaba en sus inquietudes "en la tecnología, la música y las artes, las biociencias y la inteligencia artificial, la conservación y el poder de la experiencia compartida, en un estadio o vecindario, para transformar vidas individuales y comunidades enteras".
Bill Hilf, CEO de Vulcan, ha apostillado esta pérdida como inexpresable, y ha destacado la generosidad y persistencia en la búsqueda en pos de mejorar las condiciones de vida de todos. Según sus palabras, "poseía un intelecto notable y una pasión por resolver algunos de los problemas más difíciles del mundo, con la convicción de que el pensamiento creativo y los nuevos enfoques podrían tener un impacto profundo y duradero".