Se acerca el final del horario de verano para dar paso al de invierno. El cambio de hora se producirá en la madrugada 27 al 28 de octubre, cuando los relojes se deberán retrasar una hora. De esta forma, a las tres se tendrá que ajustar a las dos en la Península; y a las dos será la una en las Canarias. Por decirlo de otra manera, se podrá dormir más pero cada día se hará de noche más pronto.
Como cada año desde el 1974, cada último domingo de octubre se cambia al nuevo horario, en cumplimiento de la Directiva Comunitaria para el ahorro energético. Pero no solo se hace en el viejo continente, también ocurre en otro medio centenar de países de América del Sur, África y algunas zonas de Estados Unidos y Canadá.
Origen del cambio
El origen de la iniciativa se remonta a 1974. Tras la primera crisis del petróleo se pactó el cambio para aprovechar mejor la luz del sol y consumir menos electricidad. Aunque en la actualidad, la Unión Europea ha propuesto acabar con la tradición
"Los Estados miembros deberán decidir por sí mismos si sus ciudadanos viven con la hora de verano o la de invierno, es una cuestión de subsidiariedad", manifestó el presidente del Ejecutivo comunitario, Jean-Claude Juncker.
Comisión Europea
La Comisión Europea propuso que los ciudadanos fueran los que pudieran decidir mediante una consulta no vinculante. El resultado fue que el 84% de los votantes quieren dejar el cambio de hora. El Gobierno español parece abierto a apoyar esta iniciativa.
Junker sugiere que el último cambio de hora se produzca en marzo u octubre del 2019. Por lo tanto, el 31 de marzo de ese mismo año se aplicará por última vez la regulación de manera conjunta entre todos los países miembros.