El cáncer de próstata es el segundo más extendido entre los hombres, pero también uno de los que presentan una mortalidad más baja. Cada año, se diagnostican 899.000 nuevos casos en todo el mundo, aunque un 98% de los afectados sobreviven cinco años o más. Cuanto más avanzada está la enfermedad, peor pronóstico tiene, aunque los síntomas no aparecen en la primera fase del cáncer.
Es por esta razón que los médicos recomiendan hacerse revisiones anuales a partir de los 45 años. Para diagnosticar la enfermedad, solo es posible por medio de tacto rectal y prueba sanguínea, que después debe confirmarse con una biopsia. Es importante prestar especial atención a algunos síntomas.
Orina y semen
Los cambios en la orina pueden ser un síntoma de cáncer de próstata. Una corriente urinaria muy lenta, más frecuencia, urgencia y sensación de vaciamiento incompleto son algunos de los indicios que puede provocar el cáncer de próstata. También es un motivo de preocupación que aparezca sangre en la orina o en el semen: en especial, el dolor al miccionar, el color rojizo de la orina y el semen y los coágulos.
Finalmente, el dolor lumbar y la rigidez en los músculos también pueden ser síntomas ante los cuales es recomendable acudir al médico. Todos estos síntomas pueden ser indicios de otras enfermedades, por lo que los expertos recomiendan no relacionarlos directamente con el cáncer y mantener la calma antes de acudir al médico.