Los vecinos de un céntrico barrio de Madrid se encontraron el pasado miércoles con una novedad: los letreros que indican el nombre de varias calles amanecieron en blanco. En concreto, son cien las placas de las calles del barrio de Ópera que han sido tapadas.

Una acción que se encuadra dentro del campaña de sensibilización Calles en Blanco con la que se busca concienciar a la población sobre la enfermedad de Alzhéimer con motivo del Día Mundial del Alzhéimer (21 de septiembre).

Desorientación

Plaza de Ramales, calle de Vergara (hasta esquina con la calle Espejo), calle de Santa Clara, calle Conde de Lemos, calle Lazo, plaza Santiago, calle Santiago, calle de los Señores de Luzón, calle Milaneses, calle Mayor (entre calle de los Señores de Luzón y calle Milaneses), calle Espejo, calle de la Amnistía y calle Unión. Estas son las vías madrileñas que han sido objeto de la acción, con la que se pretende trasladar a los transeúntes la desorientación, uno de los síntomas que sufren las personas afectadas por la enfermedad de Alzhéimer.

Dos personas mirando un letrero tapado en el barrio de Ópera en Madrid / LA CAIXA

Dos personas mirando un letrero tapado en el barrio de Ópera en Madrid / LA CAIXA

Calles en Blanco permanecerá activa en Madrid durante cuatro días, entre el 19 y el 22 de septiembre. Una campaña que ha aterrizado en la capital española después de su exitoso paso por las calles de Barcelona el año pasado.  

Los síntomas de la enfermedad de Alzhéimer

Una de cada diez personas mayores de 65 años padece la enfermedad de Alzhéimer, una cifra que aumenta hasta un tercio en los mayores de 85 años. Se trata de una enfermedad neurodegenerativa, que afecta a la memoria y a la orientación, pero también da lugar a cambios en la personalidad y el comportamiento, alteraciones en el lenguaje y dificultades para la planificación de tareas o la resolución de problemas del día a día. Los expertos avisan de la importancia de conocer sus síntomas, ya que en muchas ocasiones los familiares más allegados son los primeros en detectarlos. Estas son algunas de las señales de alerta:

  • Olvidarse o tener dificultades para recordar información reciente.
  • Desorientarse en lugares muy conocidos.
  • Repetir en bucle una misma pregunta.
  • Tener problemas para seguir instrucciones o planificar actividades cotidianas como cocinar, realizar la compra o tomar la medicación de forma correcta.
  • Cometer errores en la percepción del paso del tiempo, como por ejemplo, confundir a conocidos actuales con otros que forman parte de su pasado.
  • Perder el interés por actividades que antes le gustaban o tener dificultades para llevarlas a cabo.
  • Presentar cambios en el estado de ánimo o en el humor.
  • Mostrar una menor preocupación por el aspecto y la higiene personal o del hogar.
  • Perder objetos importantes o dinero, de forma más frecuente de la habitual.
  • Mostrar dificultades para seguir una conversación.
  • Ser más vulnerable o susceptible de caer en engaños por parte de otros, debido a una disminución en la capacidad de juicio.

Estas señales de alerta no significan nada grave si se producen de forma aislada o se puedan justificar por alguna situación relevante que la persona esté viviendo. No obstante, si se producen varias a la vez y con frecuencia, es conveniente acudir al médico de familia para que pueda evaluar el alcance y determinar los siguientes pasos a seguir, si fuera necesario.