Un informe llevado a cabo por NBC News ha revelado que las colillas son un elemento altamente contaminante para los océanos y que se encuentran en grandes proporciones intoxicando las aguas. Esta declaración contrasta con la creencia de que las pajitas de plástico eran el elemento más perjudicial y abundante en los mares, algo para lo que incluso la Unión Europea y algunas empresas internacionales como McDonald’s o Starbucks habían empezado a implantar medidas.
Con esta nueva apreciación de los datos, diversas organizaciones internacionales se encuentran ahora con la necesidad de concienciar sobre el peligro que los cigarrillos producen en el agua de los océanos. Una de las campañas que pretenden concienciar sobre este asunto es Cigarette Butt Pollution Project, que ha pedido tajantemente que se prohíban los filtros de cigarrillo.
Unos datos preocupantes
El motivo de este toque de atención es que, en su composición, estos productos están fabricados mediante acetato de celulosa, un tipo de plástico que puede tardar décadas en descomponerse completamente.
De los más de 5,6 billones de cigarrillos que se fabrican con este tipo de filtros, hasta dos tercios son arrojados al mar de forma irresponsable. Por este motivo, el director de la campaña Cigarette Butt Pollution Project advierte de las consecuencias contaminantes de estos cigarros y explica que las propias tabacaleras son conscientes del peligro y de los efectos tan perjudiciales que estos filtros tienen para el medio ambiente, pero que no hacen nada para remediarlo.
Cigarrillo contra pajita
Debido a los intereses de la industria, los intentos de Novotny para cambiar la legislación han sido, hasta ahora, insuficientes. No obstante, algunas tabacaleras sí que se han hecho eco de este problema y se encuentran inmersas en buscar alternativas más ecológicas, como por ejemplo filtros biodegradables. Como dato, según Ocean Conservancy, solo en 2017 se recogieron dos millones y medio de colillas, frente a 640.000 pajitas, algo que resulta preocupante.