La Agencia Catalana de Turismo dispone de nueve marcas turísticas que agrupan y promocionan los diferentes patronatos de turismo de Cataluña. Una de ellas es Pirineus (Pirineos), que incluye la oferta turística de once comarcas: Alt Empordà, Alta Ribagorça, Alt Urgell, Berguedà, Cerdanya, Garrotxa, Pallars Jussà, Pallars Sobirà, Ripollès, Solsonès y Val d’Aran.
El pico más alto de Cataluña, la Pica d’Estats (3.143 metros), es uno de los atractivos que el visitante puede encontrar en los Pirineos catalanes, concretamente en Lleida. A los que hay que sumar otros como los seductores valles, pueblos que conservan un importante patrimonio de arte románico, deportes de montaña y de aventura o diferentes propuestas de turismo activo como senderismo y cicloturismo.
Turismo de nieve
El turismo de nieve es especialmente importante en los Pirineos, con diez estaciones de esquí alpino y seis de esquí nórdico. Ha sido el embrión para que las estaciones ofrezcan propuestas alternativas, aptas para todo tipo de público, durante todo el año. De hecho, de las 16 estaciones catalanas, siete están acreditadas por la Agencia Catalana de Turismo como Equipamiento Turístico Familiar: Espot, Boí Taüll, Masella, Vall de Núria, Vallter 2000, Port Ainé y La Molina.
La Agencia Catalana Turismo destaca Boí Taüll como destino para esquiar / BOÍ TAÜLL RESORT
Una sabrosa cocina de montaña maridada por vinos de altura, como los de las DO Empordà y Costers del Segre y un turismo vinculado a la salud y el bienestar son otros de los alicientes de estas tierras.
Espacio protegido
Dentro de Pirineus está el único parque nacional, Aigüestortes i Estany de Sant Maurici. Pero la lista de espacios protegidos en el conjunto de los Pirineos catalanes incluye el Parque Natural de L’Alt Pirineu, el más extenso de Cataluña (casi 70.000 hectáreas); el Parque Natural de la Zona Volcánica de La Garrotxa, con el conjunto volcánico más importante de la península con una cuarentena de conos; el Parque Natural del Cadí-Moixeró, con la emblemática montaña del Pedraforca; el Parque Natural de las Cabeceras del Ter y del Freser; el Parque Natural dels Aiguamolls de l’Empordà; y el Paraje Natural de Interés Nacional de la Albera, que enlaza con el Parque Natural del Cap de Creus, donde los Pirineos se fusionan con el Mediterráneo. En total, cuenta con 331.661 hectáreas de espacio protegido, la mitad de todo el que hay en Cataluña.
En el apartado cultural destaca el templo de la Seu d’Urgell, la única catedral románica del Pirineo catalán, el monasterio de Santa Maria de Ripoll e iglesias como Sant Quirze de Pedret y Sant Jaume de Frontanyà. Y comentario aparte merece el conjunto de iglesias románicas de la Vall de Boí, que por su arquitectura y pinturas murales son consideradas Patrimonio Mundial por la Unesco. Además, dos fiestas tradicionales han sido declaradas Patrimonio Oral e Inmaterial de la Humanidad: la Patum de Berga en 2005, una espectacular celebración cuyos orígenes hay que buscarlos en la segunda mitad del siglo XIV, y la Fiesta de las Falles del Pirineo en 2015.