Los autónomos de Cataluña, Aragón, Baleares, la zona noroeste de España y Madrid capital son los que tienen un mayor índice de satisfacción, según revela el estudio Autónomos ¿Cómo estáis? realizado por Muno del que se hacen eco en BBVA. Estos profesionales se sitúan por encima de la media (6,03) en la escala de satisfacción general como autónomo.
Diferencias entre autónomos según comunidades / MUNO
El norte de España en general es donde los autónomos se sienten más satisfechos con su trabajo, mientras que la mayor insatisfacción se produce en el sur, especialmente en Andalucía y en el sur de Extremadura. “Dividimos la muestra general de autónomos en las áreas geográficas Nielsen para ver si existían diferencias significativas entre regiones, y aparecen diferencias en la satisfacción general entre varias de ellas”, ha asegurado Ion Cuervas-Mons, responsable de Muno. Decidió realizar este estudio para dar a conocer las necesidades de este colectivo de más de 3,2 millones de personas que no siempre recibe la atención y las prestaciones que se demandan.
Autónomos que no enferman
La investigación muestra que el 95% de los autónomos se siente desprotegido. Tanto es así que una gran mayoría (72%) nunca ha estado de baja o ha tenido que trabajar estándolo. Tampoco descansan demasiado, ya que el 86% declara que trabaja todos o alguno de los fines de semana y el 70,5% tiene dos semanas o menos de vacaciones. Y para colmo, tanto esfuerzo tampoco parece reflejarse en su situación económica pues sólo un 10% afirma que llega holgado económicamente a final de mes.
Periodos de trabajo y descanso en los autónomos / MUNO
Pese a todas estas dificultades, los autónomos españoles se sienten orgullosos de serlo. El 60% dice estarlo y el 30% afirma que preferiría trabajar para una empresa, mientras que sólo un 8% declara abiertamente que no le gusta ser autónomo.
El orgullo de ser autónomo
Este orgullo se explica porque, aunque los retos son grandes, reconocen que ser autónomo tiene importantes ventajas. Entre ellas, las más valoradas son la flexibilidad (68%), no tener jefe (66%) y dedicarse realmente a algo que les gusta (59%).
Además de la geografía, el orgullo está marcado por el tiempo que se lleva ejerciendo como autónomo y por la edad. El arranque de una vida sin jefes es la etapa más satisfactoria durante los primeros cinco años. A partir de ahí, el nivel de satisfacción decae. Igualmente los autónomos de entre 25 y 34 años son los más satisfechos, mientras que los mayores de 55 parecen los más desanimados. Este dato cobra sentido al ver que la jubilación es una preocupación para el 51,8% de ellos. Sólo el no conseguir clientes está por encima a la de no llegar a contar con una pensión digna para poder retirarse.