Se acabó el cambio de hora. Ni en invierno, ni en verano. La Comisión Europea ha anunciado este viernes que pone fin, de forma definitiva, al cambio de horario de verano.
En declaraciones a la televisión alemana 'ZDF ', el presidente del órgano europeo, Jean-Claude Juncker, ha confirmado que el organismo pondrá fin a esta costumbre que ha durado décadas y ha sentenciado: "Millones de ciudadanos dijeron que ya no quieren seguir cambiando los relojes". Pese a que el anuncio no es oficial para que haya un acuerdo final es necesario un consenso del Parlamento y todos los estados miembros.
Casi 5 millones de votos a favor
La Comisión Europea discutirá este viernes si se debe acabar con el cambio de hora. Las encuestas son claras. El 80% de los cuestionados --un total de 4,6 millones de europeos-- han pedido poner fin a esta medida. Además, la decisión se sostiene después de que el Parlamento Europeo reconociera que no existen pruebas científicas concluyentes que demuestren un beneficio para los humanos. Más bien todo lo contrario, y señalan que este cambio, que se aplicó en todos los países de la Unión Europea en 2001, es perjudicial para la población.
Perjudicial para la salud
Desde hace casi 20 años, todos los estados de la Unión Europea atrasan sus relojes para aprovechar mejor las horas de luz solar y consumir menos electricidad, tal y como marca la directiva comunitaria 2000/84/CE. Aun así, en los últimos años se han desarrollado varias teorías que ponen en duda el ahorro energético que supone este cambio horario.
Según el Instituto para la Diversificación y Ahorro de la Energía, esta medida supone un ahorro de cerca de 300 millones de euros, de los cuales 210 corresponden a los edificios del terciario y a la industria. Los 90 millones de euros restantes provienen de los hogares españoles, algo que supone un ahorro de seis euros por domicilio. Pese a estas estadísticas, muchos países se cuestionan si el ahorro es real. Finlandia presentó el pasado mes de febrero una iniciativa en la Eurocámara para terminar con el cambio de hora. La propuesta se tumbó por 384 votos en contra y 153 a favor, pero fue el primer paso para que otros países como Holanda, Alemania, Suecia, Francia o Bélgica se sumaran a la iniciativa. Los finlandeses sostienen que los beneficios en ahorro energético son demasiado pequeños comparados con los problemas que puede ocasionar en la salud de los ciudadanos.