Giuseppe Conte, el primer ministro italiano, ha anunciado que su Gobierno iniciará el procedimiento administrativo para retirarle las concesiones a Autostrade per l'Italia, responsable de la autopista A10 y del puente Morandi que se vino abajo este martes en Génova.
Tras una reunión extraordinaria del Consejo de Ministros en Génova para analizar una "tragedia" en la que, según el último balance, perdieron la vida al menos 39 personas, y tal como ya habían amenazado varios ministros, Conte ha confirmado que pondrá fin a la concesión a Autostrade per l’Italia y las autoridades serán "mucho más rigurosas" de cara a futuros permisos.
Prisas por actuar
"No podemos esperar a lo que diga la Justicia", ha afirmado el primer ministro, que ha apelado a la necesidad de "viajar de forma segura" y a las obligaciones de Autostrade con el mantenimiento de la autopista A10 en todos sus tramos, según medios locales.
La compañía había salido al paso de las críticas asegurando que se realizaron revisiones trimestrales de la infraestructura y no se detectaron problemas que hiciesen temer lo ocurrido el martes, cuando gran parte del viaducto –construido en los años 60– se vino abajo.
La empresa se defiende
Autostrade, filial de Atlantia –que es la propietaria de la española Abertis-- ha reaccionado al anuncio de Conte confiando en "poder demostrar que siempre ha cumplido correctamente las obligaciones" derivadas de la concesión. En este sentido, ha defendido "las actividades de vigilancia y mantenimiento llevadas a cabo tniendo en cuenta los mejores estándares internacionales".
Desde su punto de vista, todavía no es posible formular "ninguna hipótesis fiable" sobre el derrumbe de un puente que, según el comunicado, podría quedar reconstruido en un plazo de cinco meses.
Dimisión de los directivos
"En primer lugar, los directivos de Autostrade per l'Italia deben dimitir", ha sostenido el ministro de Transportes italiano, Danilo Toninelli, en un mensaje publicado en su perfil de Facebook, tras expresar su "rabia porque en un país civilizado no se puede morir por un puente que se derrumba".
El ministro, miembro del partido antisistema Movimiento 5 Estrellas, ha recalcado que quienes sean responsables de "esta tragedia injustificable deben ser castigados" y ha arremetido contra las empresas que gestionan las autopistas italianas, "a las que desembolsamos los peajes más caros de Europa mientras ellos pagan concesiones a precios vergonzosos".
"Recaudan miles de millones, pagan en impuestos unos pocos millones y no realizan ni siquiera el mantenimiento que sería necesario en puentes y ejes viarios", ha lamentado el titular de Transportes, anunciando que ha activado "todos los procedimientos para la eventual revocación de las concesiones, y para comenzar multas de hasta 150 millones de euros".
Sospechas sobre la concesionaria
El viceprimer ministro y líder de la Liga, Matteo Salvini, ha defendido por su parte que "la revocación de las concesiones es lo mínimo que se puede esperar" tras lo sucedido y que se identifique a los responsables. "Alguien no hizo lo que debía", ha subrayado, denunciando que se trata de una de las autopistas más caras de Italia y poniendo en duda que no hubiera indicios de que algo así podría suceder.
Asimismo, en declaraciones a la cadena Sky, ha sostenido que el "Gobierno tiene la obligación de radiografiar y controlar todas las obras públicas en el país", incluidas las de gestión privada, e invertir en hacerlas seguras.
Volver a manos del Estado
Por su parte, el también viceprimer ministro y líder del M5S, Luigi di Maio, ha defendido que el derrumbe "se podía evitar" puesto que "no se realizó el mantenimiento". "Los responsables tienen nombre y apellido y son Autostrade per l'Italia", ha subrayado en declaraciones a Radio Radical.
En este sentido, ha considerado que puesto que Autostrade no realizó el mantenimiento "hay que retirar las concesiones y pagar multas". Además, al igual que Toninelli, ha sostenido que si una empresa privada no es capaz de cumplir con su cometido, "lo gestionará el Estado".