Las menciones a España en la propaganda yihadista descienden después del aumento vivido desde 2016. En este ejercicio se detectaron 44 menciones del país en las comunicaciones de la yihad, un número que se redujo en 2017 hasta las 32 alusiones. En el primer semestre de 2018 se han detectado ocho alusiones.
Un informe realizado por el del Instituto de Seguridad y Cultura, una asociación sin ánimo de lucro que promueve la prevención del extremismo violento, desde los atentados perpetrados en Las Ramblas de Barcelona y en Cambrils el 17-A, España ha recibido 30 menciones en la propaganda yihadista.
El 17-A, punto de inflexión
Los atentados de Barcelona del pasado año supusieron un “punto de inflexión” en la comunicación del Daesh sobre los ataques terroristas. Así lo asegura Manuel R. Torres Soriano, profesor titular de Ciencia Política en la Universidad Pablo de Olavide (UPO) de Sevilla y autor del informe.
De hecho, asegura que internet se está convirtiendo en un “territorio cada vez más hostil para el terrorismo yihadista” gracias a las acciones limitadoras de este tipo de contenidos de plataformas y redes sociales como YouTube, Facebook y Twitter.
“Degradación” de la propaganda
La ejecución de estos ataques coincide, además, con la “degradación del aparato de comunicación” del Estado Islámico, según el experto. Este hecho ocasionó que la explotación propagandística de los atentados en Cataluña fuera mucho más reducida que la que tuvieron otros ataques terroristas. De hecho, desde el inicio de 2017 hasta los atentados de agosto, sólo había hecho referencia a España en dos ocasiones de manera tangencial, a las que se sumaban otras dos menciones provenientes de dos plataformas mediáticas afines al grupo. En cambio, durante el mismo periodo del año anterior, había hecho referencia al país en 14 ocasiones, más otras seis de sus plataformas mediáticas afines.
Otros de los “errores” del Daesh en la comunicación de estos violentos actos fueron dar por real el bulo desmentido de que uno de los terroristas había secuestrado a varios rehenes en un restaurante de Las Ramblas y la ausencia de imágenes grabadas por los propios yihadistas, algo muy común en su modus operandi.