Los Mossos d’Esquadra descubrieron que Hicham Abouyaaqoub, hermano del terrorista yihadista de las Ramblas, Younes Abouyaaqoub, había comprado un disfraz de policía en febrero del 2018, a pocos días del Carnaval y seis meses después de los atentados de Barcelona y Cambrils. Este hecho hizo saltar las alarmas, por lo que los Mossos avisaron al juez y sometieron a este chico a un seguimiento por amenaza de atentado, que no se consumó.
Según un informe de la Comisaría General de Información de los Mossos, que figura en el sumario del caso, los policías autonómicos sometieron a vigilancia y seguimiento a Hicham Abouyaaqoub, hermano de dos de los integrantes de la célula que atentó, a raíz de la compra del disfraz el 2 de febrero del 2018.
No fue uno, sino tres
En detalle, Mustapha C., vecino de Ripoll (Girona), fue a buscar a Abouyaaqoub a casa y ambos se dirigieron a Vic (Barcelona), donde coincidieron con una mujer, Anas E.M. Allí compraron tres disfraces de policía, uno para cada uno. El informe recoge fotografías de los tres probándose lo que simulaba un chaleco antibalas en el interior del local. Una dependiente del establecimiento confirmó las sospechas.
Ante esta situación, los Mossos planificaron un dispositivo especial de vigilancia y seguimiento de los tres amigos, que finalizó el 17 de febrero, después de las rúas de Carnaval y ante la posibilidad de que se disfrazaran para “cometer algún tipo de acción terrorista”. El dispositivo buscó “garantizar en todo momento” el control de las actividades diarias de los tres sospechosos, con vigilancia en sus casas y seguimientos.
Movimientos extraños
Con este control, los Mossos descubrieron que, durante el Carnaval, los tres amigos pasaron mucho rato en un bar de Ripoll, del que salían y entraban en diferentes ocasiones para realizar trayectos en vehículo “poco comprensibles” por la población. Deducen que podían estar tomando medidas de “contravigilancia”. En ningún caso utilizaron los disfraces de policías.