Varios miembros de la célula yihadista que atentó en las Ramblas de Barcelona y en Cambrils (Tarragona) pidieron créditos rápidos para comprar explosivos, aunque la explosión del chalé de Alcanar (Tarragona) alteró los planes del atentado. Realizaron las gestiones un mes antes de los actos terroristas y, en algunos casos, usando nombres falsos, según la Comisaría General de Información de los Mossos d’Esquadra.
Es por ello que el juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu ha pedido a las financieras que supuestamente mantuvieron contacto con los terroristas (Cofidis, Moneyman.es y Dinero Rapid) que aporten toda la documentación relativa a los préstamos concedidos a los miembros de la célula para conocer sus canales de financiación.
Varias llamadas
En concreto, según los Mossos, uno de los terroristas muerto a tiros en Cambrils, Mohamed Hichami, realizó cuatro llamadas a Cofidis entre el 4 y el 8 de julio de 2017, según se desprende del estudio del registro de su teléfono móvil. Un hecho “importante” dada la proximidad de la fecha de los atentados. En esta línea, el autor del atropello masivo en las Ramblas, Younes Abouyaaqoub, y Hichami solicitaron un crédito a Cofidis el 4 de julio.
Asimismo, resaltan los Mossos, tanto Hicham Aouyaaqoub –hermano de Younes y de otro de los terroristas de Cambrils—, y Rachid Oukabir –hermano de dos de los integrantes de la célula, Moussa, abatido en Cambrils, y Driss, uno de los encarcelados— también solicitaron préstamos a la misma entidad, que podrían servir para financiar el atentado.
Un nombre ficticio
Además, tras analizar el contenido de un teléfono móvil hallado entre los escombros de Alcanar, los Mossos han detectado que recibió varios SMS de empresas de microcréditos como Moneyman.es y Dinero Rapid, por lo que concluyen que hicieron búsquedas en estas compañías. Unos SMS que revelan el uso de una “identidad ficticia”, ya que varios mensajes van dirigidos a un tal Nelu Daniel.
En este sentido, la policía autonómica subraya que en la adquisición de tarjetas SIM telefónicas los miembros de la célula también se sirvieron de identidades inexistentes, aprovechándose de que en algunos establecimientos de venta las medidas de seguridad y de identificación eran “laxas o inexistentes, pese a la obligatoriedad de los mismos a identificar a los compradores de dichas tarjetas”.
Mismo 'modus operandi'
Los Mossos resaltan en su informe que las peticiones a empresas de microcréditos para financiar atentados terroristas a escala global se pueden “rastrear en el tiempo”, ya que Amedy Coulibaly obtuvo un crédito de 6.000 euros para financiar el atentado de París, ya que con esa suma adquirió varias armas y pagó un billete para que su pareja se uniese a las filas de Dáesh en Siria.
Además, este método de financiación ha sido utilizado por los “combatientes extranjeros” para desplazarse a zonas de conflicto, “siendo un dinero que nunca devolverán y que cederán a la organización terrorista Dáesh una vez llegados a su territorio”, según los Mossos.