La semana próxima, el día 11, se cumplen cuatro años de la muerte de Robin Williams, una noticia que conmocionó al mundo. No tanto por su fallecimiento, sino porque se había quitado la vida. La estrella de las comedias, Oscar de 1998, se había ahorcado en su dormitorio a los 63 años.

El fin de semana pasado se estrenó en Reino Unido el documental Robin Williams: entra en mi mente, producido por la cadena HBO y dirigido por Marina Zenocih, en el que se aportan algunas ideas sobre la vida del actor y algunos apuntes sobre las razones que le llevaron a suicidarse, una muerte violenta que generó muchas imitadores.

Un diagnóstico fatal

Todo parece indicar que el desencadenante final tuvo que ver con el diagnóstico de la enfermedad de Parkinson, aunque el documental aporta otros aspectos interesantes de su vida.

Williams había cambiado la forma en que se grababan las comedias en Estados Unidos. Las comedias de situaciones (o sitcoms, como son conocidas) son una parte fundamental de la producción televisiva en EEUU y el actor desaparecido dejó su huella en ellas.

Un extraterrestre

En 1977, en medio del auge de La guerra de las galaxias, la popular comedia Happy Days (Días felices) presentó a un extraterrestre llamado Mork, que era interpretado por Williams. Mork se hizo tan popular que en 1978 se creó un show para su personaje que se tituló Mork y Mindy..

Hasta entonces este tipo de comedias se grababan con tres cámaras, pero la dinámica y frenética forma en que el comediante se movía por el estudio obligó a los productores poner una cuarta cámara para poder seguir el recorrido a Williams.

Los cámaras

"Él corría por el escenario, lo podías ver, corría por el escenario y hacía cosas locas. Y los camaras estaban confundidos porque no seguía las marcas que había en el estudio", dice Scott Marshall, hijo del famoso productor Garry Marshall. "Entonces mi padre contrató a un cuarto cámara y le dijo 'sigue a Robin'".

No era un secreto que a lo largo de su vida el actor de El indomable Will Hunting o El club de los poetas muertos padeció varias adicciones.

Robin Williams en 'El club de los poetas muertos'

Cocaína y alcohol

La cocaína y el alcohol formaron parte de su vida. En 2006, después de dos décadas de sobriedad, su publicista aceptó en un comunicado que Williams había tenido que ingresar en una clínica de rehabilitación porque había recaído en la bebida.

Y, de hecho, en una entrevista dijo: "La cocaína es la forma que tiene Dios para decirte que estás ganando mucho dinero".

Hacer reír

Sin embargo, una de las declaraciones más poderosas del documental proviene de uno de sus mejores amigos, el también comediante y actor Billy Cristal, sobre la otra adicción de Williams: hacer reír. "Es algo muy poderoso para los comediantes. Esa risa, esa necesidad de hacer reír, es como una droga. Esa aceptación del público es muy difícil de reemplazar con algo más".

Otro colega suyo, el miembro del grupo británico de comedia Monty Phyton, Eric Idle, señala que para Williams "era vital tener una audiencia. Él era muy divertido, pero eso era una necesidad que él estaba alimentando".

La muerte de Belushi

Siempre se supo de la amistad de Williams con el comediante John Belushi, quien hizo carrera en el programa Saturday Night Live. También era conocido el impacto que tuvo en su vida la prematura muerte de Belushi, el 5 de marzo de 1982, debido a una sobredosis de cocaína y heroína en el hotel Chateau Marmont de Los Ángeles.

Pero lo que revela el documental son más detalles de esa última noche que compartieron juntos en medio de una fiesta. De acuerdo con ese relato, Williams, tras una jornada de grabación de su serie Mork y Mindy, se dirigió al hotel, famoso por ser el lugar de encuentro de las estrellas más fiesteras de Hollywood.

Allí se encontró con Belushi, pero se retiró rápidamente de la fiesta debido a que "estaba tan drogado que no podía estar de pie", como lo reveló la actriz Pam Dawber, quien hacía de Mindy en el show televisivo.

La misma Dawber relató que al día siguiente, y cuando ya comenzaba a conocerse la noticia de la muerte de Belushi, se acercó a Williams y le advirtió: "Si eso mismo te pasa a ti, yo voy antes de que te mueras y te mato yo misma".

Deprimido

Como lo señala la revista Rolling Stone, la noticia de la muerte de Williams sacudió al mundo, pero lo que admiten muchos de sus amigos más cercanos y colaboradores es que no fue una sorpresa.

"Una vez fuimos al cine. Yo estaba preocupado porque no había hablado mucho esa noche. Entonces, cuando nos despedimos comenzó a llorar. Ahí me dijo que tenía Parkinson", relata su amigo Crystal en el documental. "Nunca había visto en mi vida a Robin asustado, excepto en ese momento".

Williams también tenía síntomas de una enfermedad conocida como demencia de cuerpos de Lewy, identificada como una de las causas detrás del alzhéimer. De hecho, su última esposa, Susan Schneider, fue quien dio más detalles de esos últimos días en un ensayo que publicó y en el que relató la lucha de Williams.

Perder la cabeza

"Él estaba perdiendo la cabeza y lo sabía, ¿se pueden imaginar lo que padecía sabiendo que se estaba desintegrando?", escribió.

El documental, de casi hora y media, hace hincapié en varios asuntos de su vida personal, como su condición de hijo único en un hogar formado por un ejecutivo de la Ford y una modelo que vivió su infancia en Chicago.

Las amantes

También relata sus distintas relaciones amorosas. A lo largo de su vida se casó tres veces y tuvo tres hijos. Su primera esposa, Valerie Velardi, madre de su primer hijo Zack, explicó que conocía las relaciones extramatrimoniales del actor, pero que las aceptaba.

"Él amaba a las mujeres, absolutamente amaba a las mujeres y yo lo entendía", se le escucha decir en el documental.

"Yo lo entendía y quería que tuviera lo que él deseaba, pero también quería que volviera a casa", agrega. Velardi y Williams estuvieron casados 10 años, hasta que se divorciaron en 1988.