La primera ola de calor de este verano será larga. Ha empezado este miércoles, si bien las temperaturas ya habían ido subiendo desde el principio de la semana. Lo que mucha gente se está preguntando estos días de calor intenso es hasta cuándo durará esta situación atmosférica. Por lo menos, todo lo que queda de semana y hasta el próximo lunes 6 de agosto.
Será entonces cuando las temperaturas empezarán a suavizarse, según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet). La ola de calor afecta a toda la Península y las Islas Baleares, si bien las Canarias, Ceuta y Melilla se quedan al margen. Los termómetros subirán hasta máximas que pueden alcanzar los 44 grados en algunos puntos de Andalucía.
Noches tropicales
Las mínimas también serán altas –no bajarán de los 20 grados–, por lo que costará dormir por las noches sin aire acondicionado o ventilador en muchas zonas. En el suroeste de la Península, los termómetros no bajarán de 25 grados. El portavoz de la Aemet, Rubén del Campo, ha explicado por qué se ha producido esta ola de calor: la confluencia de varios factores.
Por un lado, la entrada de una masa de aire cálido procedente de África ayuda a la subida de los termómetros. Pero los motivos principales son cielos despejados o poco nubosos, por lo que el sol llega al suelo con facilidad, sumados a una gran estabilidad atmosférica. Pese a la intensidad de la ola de calor, este año llega con retraso. En 2015, la primera se se inició el 26 de junio; en 2016, fue el 17 de julio; y el año pasado, el 13 de junio.
Calor extrema en el futuro
Del Campo ha recordado que las condiciones climáticas actuales hacen prever para el futuro olas de calor más extremas y frecuentes en el sur de Europa. Aunque todo apunta al efecto invernadero causado por la contaminación provocada por los humanos, el portavoz de la Aemet afirma que esto hay que estudiarlo una vez se vayan produciendo las olas de calor.
La del año pasado, según investigadores de la organización World Weather Arttribution, fue 10 veces más probable como consecuencia del cambio climático inducido por la actividad humana. Así pues, los primeros indicios son claros.