Juan Muñoz, el empresario sevillano y marido de Ana Rosa Quintana, y su hermano han sido detenidos esta mañana por su relación con el excomisario José Manuel Villarejo. Según las investigaciones llevadas a cabo por la Policía, los dos hermanos habrían contratado los servicios del antiguo policía que está siendo investigado para realizar un chantaje.
La versión digital de La Vanguardia publica que los agentes pertenecientes a Asuntos Internos, quienes han llevado a cabo los arrestos, han registrado varios inmuebles vinculados a los hermanos Muñoz en Sotogrande, Marbella y Madrid.
Cobro de deudas
El excomisario Villarejo habría sido contratado por los hermanos Muñoz para chantajear a un letrado que tenía una deuda pendiente con ellos. El antiguo agente habría sido contratado en noviembre de 2017 y el chantaje se habría realizado utilizando métodos ilegales. La investigación a los hermanos Muñoz se centrará, en un primer momento, en saber si estos conocían la forma en que Villarejo habría realizado su encargo y si el chantaje fue finalmente aplicado o no. Ambos declararán en las próximas horas ante la Policía.
Juan Muñoz es el tercer marido de la televisiva periodista Ana Rosa Quintana. La relación de ambos va más allá de la sentimental, ya que Muñoz también ejerce como consejero delegado de Argomaniz Inversiones, la sociedad financiera de la periodista. Tanto él como su hermano estarían acusados de extorsión, encubrimiento y revelación de secretos.
'Operación Tándem'
La detención ha sido impulsada por el juez de la Audiencia Nacional Diego de Egea, que lleva la instrucción de la conocida Operación Tándem. Este caso gira en torno a los trabajos que realizara supuestamente el excomisario José Manuel Villarejo para clientes privados, aprovechándose de la información confidencial a la que tenía acceso por su cargo en el cuerpo de Policía. Villarejo conseguía información a través de sus contactos y después la vendía al mejor postor.
La detención de Muñoz abre la séptima pieza en relación con las grabaciones incautadas a Villarejo, un archivo de más de 40 terabytes entre las que se encontraban, por ejemplo, las grabaciones de Corinna zu Sayn-Wittgenstein, la amiga del rey Juan Carlos, en las que admitía que el emérito tendría cuentas en bancos suizos.