La Policía Local de Málaga, varios efectivos del Grupo de Protección de la Naturaleza (Grupona) y operarios del Centro Zoosanitario han retirado 101 gatos de una vivienda en el centro de la ciudad.
La pareja que cobijaba al centenar de felinos no tenía en su haber con ninguna documentación zoosanitaria que certificara el bienestar de los animales y la falta de higiene y salubridad de la vivienda era destacable.
Denuncia vecinal
De hecho, la intervención fue iniciada a causa de varias denuncias por parte de los vecinos del lugar, que reportaban malos olores y ruidos molestos durante la noche a causa de la gran cantidad de gatos que acogían los supuestos dueños de los animales.
Según el comunicado de la policía municipal, el inmueble contaba con 37 metros cuadrados divididos en una vivienda de 25 metros y un patio de 12, en el que se encontraban “hacinados” los mininos. Al comprobar que los habitantes del inmueble no contaban con documentación sobre los animales, se les ofreció la posibilidad de retirarlos, una solución que aceptaron.
Desbordado por los gatos
El hombre residente en el domicilio, de unos 37 años, admitió ante los agentes del Grupona no saber el número exacto de gatos que tenía, que creía que tenía sobre unos 45. Manifestó que empezó por tener una pareja que se fue reproduciendo y, por lástima, siguió manteniéndolos hasta que "se le había ido de las manos".
El dispositivo tuvo que actuar hasta tres veces en la vivienda para retirar a todos los gatos que allí se encontraban. En la primera intervención se retiraron un total de 56 felinos, en la segunda 24 y en la tercera los últimos 21, haciendo un total de 101 gatos.
Síndromes de Noé y de Diógenes
La Policía Local han explicado que el trastorno por acumulación de animales se conoce popularmente como Síndrome de Noé y está calificado como desorden psiquiátrico. La característica más destacada es la tenencia de una gran cantidad de animales pero ello viene aparejado a la incapacidad de darles unos cuidados adecuados, por lo que normalmente tiene consecuencias sobre la higiene y la salubridad del recinto en el que se los mantiene. Los últimos animales rescatados se encontraban "en muy malas condiciones, parasitados y con patologías en la piel", lo que motivó a "que bajo criterio veterinario se tuviera que proceder al sacrificio eutanásico de los mismos".
Asimismo, las condiciones higiénico-sanitarias de la vivienda "no eran las más adecuadas”, según la comunicación de los agentes, quienes sospechan que los inquilinos también podrían sufrir Síndrome de Diógenes. Los afectados por este desorden se dedican a recoger enseres de las calles y acumular basuras en espacios reducidos. Además, los agentes comprobaron que la vivienda no estaba conectada a la red de aguas municipal, abasteciéndose con garrafas de agua; por lo que, junto a lo anterior, han confeccionado un informe a los servicios sociales municipales para las medidas que correspondan.