El centro médico académico de Ámsterdam UMC ha suspendido el ensayo clínico en el que administraban Viagra a embarazadas cuyos bebés padecían algún problema de crecimiento. Y es que los resultados han sido negativos: de las 93 mujeres que tomaron la medicación, 19 perdieron a sus bebés, 11 vinculados a problemas pulmonares vinculados a la droga suministrada.
La tesis de los científicos holandeses --que comenzaron el estudio en 2015-- se basaba en que las propiedades vasodilatadoras del Viagra podrían ayudar a crear un mejor flujo sanguíneo hacia la placenta, y así se conseguiría estimular el crecimiento del feto con problemas de desarrollo.
Más afectadas
En un comunicado, el UMC explica que “el pronóstico para esos bebés era negativo y no se conocen otros tratamientos posibles”. La experiencia científica contemplaba a un total de 350 mujeres para 2020. De momento, hay otras 15 embarazadas afectadas a la espera de dar a luz para conocer el estado de salud de sus hijos tras el tratamiento.
Por su parte, el líder de la investigación, el ginecólogo Wessel Ganzevoort, aseguró en declaraciones al diario De Volkskrant: “Queríamos mostrar que esta es una forma efectiva de promover el crecimiento del bebé, pero sucedió lo contrario, estoy impactado”.
Ganzevoort agregó que “lo último que quieres es dañar a las pacientes” y que ya se ha notificado a los investigadores canadienses que están llevando a acabo un estudio similar, por lo que también allí se ha detenido la investigación.