Los alérgicos a las picaduras de las avispas y las abejas pueden sufrir un espectro muy amplio de reacciones en el momento en el que el veneno de este insecto entra en contacto con el torrente sanguíneo. Puede ir desde simples sarpullidos y picores en piel, nariz y ojos hasta síntomas graves como hinchazón y colapso del sistema respiratorio que produce un shock anafiláctico.
En los casos en los que se pueda producir esta anafilaxis, la especialista en Alergología del complejo hospitalario Ruber Juan Bravo de Madrid, Pilar Cots, recuerda que la inyección de adrenalina es el “único tratamiento” que frena la evolución de la reacción alérgica. Sin embargo, ha querido destacar que existen “altas posibilidades de curación” de la alergia que pasarían por inyectar extracto del veneno de estos insectos de forma periódica en la persona alérgica.
Inyecciones con veneno
Cots asegura que la eficacia de estas inyecciones está “ampliamente demostrada” y que, a largo plazo, el alérgico podría incluso conseguir “tolerancia” frente al veneno. El tratamiento se administra durante unos 3 a 5 años a través de pinchazos en el antebrazo, como si se tratara de una vacuna. Tras este periodo, “la persona con alergia reacciona [a la picadura] igual que la persona que nunca ha la padecido”, asegura la doctora.
El efecto terapéutico del tratamiento es "duradero", según declaraciones Cots. “A los 10 años del fin de la inmunoterapia alrededor del 90% de los pacientes siguen estando protegidos", atestigua.
Actitud previsora
Independientemente de estas declaraciones, la médico recomienda a todos los pacientes que sufren o han sufrido reacciones alérgicas ante una picadura de abeja o avispa llevar siempre consigo dos dispositivos de adrenalina precargada autoinyectable. Una recomendación que sería casi obligación en las personas especialmente sensibles y con un peso de más de 60 kilos.
A pesar de ser el único tratamiento efectivo, a veces no frena del todo la evolución de la anafilaxia, ya que en ella influyen factores como el peso, el número de picaduras, la edad o la existencia de otras enfermedades en el alérgico. Si la primera dosis de adrenalina no surtiera efecto después de 10 minutos, debería administrarse la segunda inyección y, seguidamente, llamar a los servicios de emergencia (al 112 o al 061) para proceder al traslado hospitalario. Siempre es mejor prevenir que curar.