El 17,3% de los alumnos españoles hijos de inmigrantes no aprueban la ESO. Según el estudio publicado por el Centro de Estudios Demográficos de la Universitad Autónoma de Barcelona (UAB), la cifra sorprende, ya que los hijos de padres autóctonos fracasan en un 10,3%.
Jordi Bayona, uno de los autores del estudio, considera que el principal motivo del fracaso escolar en los adolescentes inmigrantes de segunda generación es la condición socioeconómica y educativa de los padres.
Más dificultad para los adolescentes africanos
El estudio ha utilizado datos de la Consejería de Enseñanza cruzados por el Institut d’Estadística de Catalunya (Idescat) con el Registro Estadístico de la Población del curso 2015-2016. Las cifras son contundentes: el 34,6% de los chicos y el 23,5% de las chicas que llegaron a Cataluña con más de siete años no superaron la secundaria.
Un niño africano traza líneas con una regla
Dentro del colectivo de hijos de inmigrantes hay muchas diferencias. Bayona señala especialmente la dificultad de los adolescentes procedentes de Gambia, que dentro del porcentaje de fracasos de jóvenes africanos (19,2%), representan el 40,9%. Aunque aclara: “estamos manejando cifras muy bajas, por eso hacemos una aproximación al continente”.
Por su parte, los hijos de padres procedentes del continente americano no aprobaron la ESO en un 15,5% y los asiáticos en un 17,6%.
Los padres como puente
Los padres son una pieza clave en el buen rendimiento de los adolescentes en la escuela, tal como afirma la psicóloga Olga Piazuelo, coordinadora del grupo de trabajo Adolescencia en Crisis de la sección de Educación del Colegio de Psicólogos de Cataluña.
Un niño leyendo un cuento en la biblioteca de su escuela
Para Piazuelo, la culpa del fracaso de los adolescentes en la ESO no es, ni mucho menos, del adolescente. Para solucionarlo considera fundamental dos elementos: un cambio en el sistema educativo y un acercamiento de los padres a la escuela. “Lo ideal sería transformar la educación actual en una educación más vivencial, manipulativa y experimental, que se adapte a estos tiempos. Es la escuela la que debe adaptarse a los niños, no los niños a la escuela”, dice la psicóloga.
En cuanto al rol de los padres, ve la necesidad de “construir puentes” entre los estudiantes y la escuela a través de los progenitores. “Una solución podría ser comprometer a la escuela y a los padres mediante tutorías o entrevistas y que los centros abran más sus espacios. Se trata de empoderar a los padres y hacer que se sientan acompañados por la institución”.
Sensibilidad multicultural
Un niño tomando notas en clase
Piazuelo suma causas al fracaso escolar de los hijos de inmigrantes. Si bien coincide con Bayona en la dificultad que provoca el choque cultural o el nivel socioeconómico y educativo de las familias, suma la realidad local: “No estamos acostumbrados a la multiculturalidad”.
Para la psicóloga, faltan trabajos de sensibilización --sobre todo en Primaria-- para evitar, por ejemplo, que se formen guetos dentro la escuela o que haya situaciones de discriminación, racismo o bullying. Estas situaciones pueden generar diferentes motivos que luego impiden a los alumnos aprobar la escuela secundaria.