Bañar un bebé recién nacido es mucho más que un simple hábito de higiene. Este es parte de un ritual básico que fomenta la cercanía entre la criatura y sus progenitores. Por ello, las bañeras bebe son uno de los complementos básicos de los que se deben tener preparados antes de la llegada del mismo.
Diversos estudios respaldan que el contacto piel a piel con los hijos puede traer grandes beneficios a la vida del bebé, siendo el baño una rutina esencial para el desarrollo mental, emocional y motriz del recién nacido.
Sin embargo, es común que las madres y padres primerizos tengan un sin fin de dudas en relación a los primeros baños del niño. En especial, existen temores respecto a la seguridad del crío. En este sentido, los expertos aconsejan bañarlos en recipientes de tamaño adecuado que brinden la seguridad necesaria.
La seguridad ha de ser lo primero
Bañar a los pequeños en la bañera de la casa puede ser muy peligroso. Caídas, golpes y resbalones pueden darse con consecuencias impensables, especialmente en bebés muy pequeños. Para evitar accidentes indeseados, la mejor opción son las bañeras de bebé.
No sólo se gana tranquilidad, las bañeras para recién nacidos, además hacen del baño un proceso más cómodo para los padres. Sobre todo si el pequeño no gusta de los baños. En general, usar un recipiente de baño especial para bebés convierte esta experiencia en un momento divertido y estimulante para ambos.
El primer baño del bebé
El temido primer baño implica retos y dificultades para los padres y madres noveles. Dudas como cuanto tiempo después de haber nacido se debe bañar al niño o la duración del baño ocasiona pánico si no tenemos experiencia.
En cuanto al momento prudente para dar ese primer baño, algunos señalan que se debe aguardar a la cicatrización del ombligo. Esto sucede entre el décimo y catorceavo día de nacido del niño.
No obstante, otros expertos señalan que es posible bañarlo desde antes siempre que se cuide de secar apropiadamente el área. En todo caso, se puede limitar el aseo al uso de esponjas húmedas. Esto será más que suficiente, dado que los bebés no sudan, ni se ensucian como los niños crecidos.
Precauciones previas
Si se desea proceder a bañar al bebé, entonces es preciso tener en cuenta algunas consideraciones básicas. En general, se trata de una tarea es sencilla, siempre que se haga cuidadosamente.
Así, entre las principales consideraciones destaca la temperatura del agua. Esta debe mantenerse entre los 34 y 37 grados centígrados. De manera tal que el contacto con el agua sea placentero y seguro para el bebé. Para cerciorarse es aconsejable usar un termómetro.
El baño de los bebés no precisa ser diario, durante el primer mes dos o tres veces por semana serán suficiente. Además, este no debe exceder los cinco minutos en su duración. Finalmente, tras el baño resulta primordial, secar suavemente con una toalla, prestando especial cuidado a los pliegues de las axilas, cuello e ingle.
Tipos de bañeras más usadas
El baño en recién nacidos es indudablemente un hábito placentero y recurrent. Nada facilita más el proceso de bañar al pequeño como la bañera adecuada para ello. En este sentido, es posible encontrar diversas opciones, todas funcionales según lo que se busca y las necesidades de cada caso.
1. Bañera estándar: Estas son las más comunes y sencillas, también son las más económicas. Son en esencia recipientes plásticos que pueden colocarse sobre superficies como planas como las mesas.
2. Bañera plegable: Las bañeras plegables, permiten ocupar menos espacio tras el baño. En este caso resulta indispensable verificar la resistencia y estabilidad de la bañera.
3. Bañera inflable: Este modelo resulta ideal para cuando se viaja con el bebé. Tal como su nombre lo indica pueden ser infladas y desinfladas a conveniencia, ocupando poco espacio en el bolso.
4. Bañera con soporte: Estas brindan mayor comodidad gracias su soporte independiente, que suele ser descartable según las preferencias de los padres. En todo caso, su altura es más conveniente para quien baña el niño. Algunas, disponen de estantes en la parte baja y una extensión plana que permite lavar y cambiar el pañal del niño.
Consejos para escoger la bañera de bebé
Ante la gran variedad de bañeras disponible en el mercado actual puede resultar difícil tomar una decisión. Por ello, conviene seguir algunas consideraciones para facilitar la compra de uno de los útiles más usados.
En primer lugar, es preciso reparar en el plástico de fabricación. Este debe ser grueso para que no se deteriore ni dañe con el peso del bebé o del agua. También se debe verificar la bañera, de manera tal que no existan bordes irregulares o ásperos que maltraten la piel del bebé.
En cuanto al tamaño, es necesario comprobar que esta tenga las dimensiones apropiadas. Algunos fabricantes indican el peso, edad y altura para el cual se recomienda la bañera según su tamaño.
Contar con un tapón en la base es mucho mejor. Esto facilita el vaciado del agua al finalizar el baño. Además, el diseño debe ser ergonómico y ofrecer soporte para ayudar a que el bebé se mantenga levemente erguido. Lo mismo ocurre con la base, que debe ser antideslizante para evitar que la pequeña criatura se resbale a consecuencia del agua y el jabón.
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